Fernando Alonso, que el domingo celebró su vigesimosexto cumpleaños --por primera vez en mucho tiempo lejos de los circuitos--, regresa este fin de semana a Hungría, donde hace casi cuatro años logró su primer éxito, convirtiéndose en el piloto más joven y único español en ganar un Gran Premio de Fórmula Uno. Corría 2003 y era agosto, aunque a finales. Alonso ya había llamado la atención hacía tiempo, pero ese año se había convertido, con 21 años, en el piloto más joven de la historia en arrancar desde la pole y subir al podio, proezas firmadas en el segundo Gran Premio de esa temporada, el de Malasia.

Tras haber debutado en la categoría reina del gran motor en 2001, a bordo de un Minardi --donde se fogueó, cedido, por decisión de su exjefe, el italiano Flavio Briatore--, el asturiano pasó 2002 de probador en Renault, escudería que le concedió al año siguiente el rango de piloto oficial y con la que logró todos sus éxitos antes de prolongarlos, esta temporada, con McLaren Mercedes.

Aparte de pole y podio, Fernando había pasado a ser el más joven, también, en firmar una vuelta rápida en carrera, en Canadá.