Extremadura ha dado grandes deportistas con discapacidad y uno más ya ha llegado a ese esforzado grupo de los que aspiran a estar en los Juegos Paralímpicos. Es Fernando Robles, un atleta de Villanueva de la Serena de 26 años que ya es campeón de España en varias disciplinas dentro de la categoría T63 para amputados.

Y es que a Robles le falta una pierna, la derecha, desde el 2010. Solo tenía 17 cuando en un accidente laboral con maquinaria agrícola vio cómo su extremidad quedaba directamente seccionada, sin posibilidad de ser reinsertada por el riesgo de infección. Pero si hay algo que le caracteriza es la normalidad a la hora de hablar de todo. «Fueron momentos duros, desde luego. Tuve la mala suerte de que me ocurriese eso. Tuve que llamar yo mismo al 112 pese a que estaba rodeado de gente, pero me quede solo porque salieron corriendo, impresionados por lo que había ocurrido. Cuando iba en el helicóptero al hospital hacia Badajoz ya comenté con los médicos que si la pierna no podía salvarse, era mejor olvidarse de ella», cuenta abiertamente, sin un atisbo de pena en su tono.

El chico empezó entonces una nueva vida, en la que tuvo que aprender a hacerlo todo de nuevo con la ayuda de una prótesis. Por lo que parece, ha sabido adaptarse a la perfección a su nueva situación. «Es que creo que hago el 99,9% de las cosas que hacía antes», asegura. Y hasta está satisfecho de que su discapacidad le haya abierto las puertas del deporte de alto nivel. «Si no hubiese ocurrido el accidente, no podría vivir lo que estoy viviendo», destaca.

Campeón nacional

Lo que está viviendo es una auténtica eclosión: «Desde el principio decidí centrarme en el deporte como forma de superación. Cuando estoy entrenando, se me olvida todo». Al atletismo llegó después de intentarlo en el ciclismo y la natación. Pero con su nueva ‘pierna’, muy similar a las del sudafricano Oscar Pistorius, lo que se le da realmente bien es la velocidad y, sobre todo, el salto de longitud. En esta última disciplina y en 100 y 200 metros ya es campeón nacional y ha obtenido la marca mínima para acudir a los Mundiales de Dubai, el próximo verano, y los Juegos Paralímpicos de Tokio-2020, pero le faltan los registros, aún más exigentes, que pide la Federación Española. Mañana mismo tiene una competición en Barcelona, el 14º Mitin Internacional de L’Hospitalet-Gran Premio Sauleda, donde intentará volver a superar sus propios límites.

«Creo que puedo conseguirlo. Estoy entrenando duro, muchas horas y todos los días. Por ilusión está claro que nadie va a poder superarme», afirma. Y se apunta a una declaración que ya han hecho otros deportistas con su problemática: «Mi vida sería peor si no tuviese la discapacidad».

Su apuesta ha sido tal que ha abandonado Villanueva de la Serena y se ha instalado en Madrid cinco días a la semana para estar completamente centrado en el atletismo y poder ejercitarse a diario en las instalaciones específicas de un centro de alto rendimiento y contar con el asesoramiento de entrenadores específicos que le costaba encontrar en Extremadura. «Yo lo veo como una inversión, algo que hago porque lo necesito, porque creo que puedo conseguir mis sueños. Lo veo más bien como una inversión que he hecho, pero todos sabemos que los ahorros se acaban», dice.

Lo que busca ahora es ganar también esa batalla fuera de las pistas: la de conseguir ser autónomo a nivel financiero, ya sea a través de ayudas públicas -de momento no cuenta con ninguna, aunque ya ha tenido una reunión con Manuel José Hernández, director general de Deportes de la Junta de Extremadura-- o de empresas privadas.