Más de un año después de llegar al Cacereño y días antes de iniciar la competición en Segunda B, la persona que toma las decisiones en el club apunta su optimismo y ganas de que se inicie el campeonato. No falta la autocrítica (reconoce que "hay cosas que se pueden estar haciendo mal"), pero su tono conciliador delata que acepta las dudas que puedan surgir. Pero, por encima de todo, sentencia: "El fútbol no es negocio" tampoco para él, hombre metido en mil batallas empresariales.

--Transcurrido ya más de un año al frente del Cacereño, ¿cuál es el balance global que puede hacer?

--Sobre todo, mucho trabajo. Creo que hemos avanzado como club bastante en este tiempo. También hemos tenido la suerte de tener éxitos deportivos que han avalado la gestión. Así debemos seguir, creciendo. Un año es muy poco tiempo para hacer el club que queremos.

--Aun así, pese a lo positivo que señala, ¿esperaba más apoyo a todos los niveles?

--No. Estamos contentos y satisfechos de los apoyos. Las cosas no son fáciles, y hay que saber esperar para concretar el tema de las ayudas, pero el apoyo de la ciudad y del aficionado en general ha sido muy bueno. Hemos ido a más y cada vez se va identificando la gente más con su equipo. La prueba es que cada vez tenemos más socios. Este año en Segunda B hay que dar un paso importante. Si seguimos trabajando todos y poniendo nuestro granito de arena, podemos tener un equipo del que sentirnos orgullosos y que esté peleando por ilusiones importantes.

--En lo estrictamente deportivo, la liga se inicia este fin de semana. ¿Cómo ve al equipo?

--Las pretemporadas son para la puesta a punto. Hay muchas pruebas con los jugadores, ya se van conociendo a los nuevos, se está viendo cómo responden los que se quedan en una categoría superior con equipos de nuestra misma categoría, como el Guijuelo. La verdad es que, en principio, estamos contentos. El equipo está preparado para empezar la liga fuerte. Empezamos con el Puertollano, un equipo ya consolidado en Segunda B, y va a ser complicado, pero la ilusión que tienen los chavales se nota.

--Mucha gente pensará que no todo se ha hecho bien con los casos puntuales de Toni y Antonio Jurado, que tras renovar han sido descartados. ¿Qué tiene que decir a ello?

--Seguramente haya cosas que no se han hecho bien. Quien las hace se equivoca, pero hay un momento en el que hay que tomar decisiones. El club tiene su mecanismo para hacer el equipo y en un momento dado se ha creído oportuno que estos jugadores no siguiesen. Yo solamente puedo hablar de cosas buenas de los dos, porque además han sido piezas claves en el ascenso, pero hay que renovar un poco al equipo cuando se sube de categoría y no puedes continuar con los mismos futbolistas. El míster, que es el máximo responsable, es el que decide, para eso está. En ambos casos, para estar un año parados, hay que hablarles claro y ser sinceros: Toni sabía desde el primer momento que el entrenador tenía muchos delanteros y que tenía que dar alguna baja y que él estaba en todas las papeletas. Hubo un momento en el que hubo que decidir y le tocó a él. Estas son cosas que pasan en todos los equipos y el futbolista lo sabe: es ley de vida. Son decisiones duras porque son personas que se han ganado un cariño y un respeto dentro del club.

--¿Cómo explica el fichaje de Ito si se estaban buscando jugadores en otros puestos?

--El club siempre tiene que estar abierto a los grandes jugadores. No se puede dejar una oportunidad como la de Ito tengas a quien tengas en su posición, que de todas formas no teníamos a tantos, solo a Chiqui y a Lolo. La Liga es muy larga, y el tema de Ito es especial: prácticamente se ha fichado solo por las ganas y la ilusión que ha puesto en venir y sus circunstancias personales. Tenía muchísimo interés en jugar en el Cacereño. Si un jugador de su categoría te lo pone tan fácil, es imposible decir que no. Ito ha sido muchos años pieza importante en equipos de Primera, ha sido internacional y es extremeño. Está en forma y nos va a venir bien. Además, nos puede aportar esa experiencia y ese carácter que a lo mejor nos faltaba. Estoy encantado.

--¿Cuál es el objetivo real de esta temporada?

--Hay que mejorar muchas cosas y, como antes ha dicho usted, a lo mejor hay cosas que no las hacemos bien y tenemos que aprender e ir creciendo como club. Es muy complicado tener todo en la misma sintonía. El equipo ha ido muy rápido, ha subido de categoría y ahora en la estructura también hay que crecer, asentarnos y seguir ilusionando. Ya veremos dónde estamos: la competición lo irá marcando. Nosotros somos nuevos, pero hemos hecho un buen equipo. No renunciamos a nada, pero somos conscientes que consolidarnos debe ser el objetivo.

--¿Tiene toda la confianza el técnico, Angel Alcázar?

--Sí. Alcázar ha ascendido al club, ha trabajado duro para lograr el objetivo. Todo es mejorable: todos tenemos nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas, pero si se pone en la balanza todo lo que él ha hecho de bueno por el Cacereño es mucho más que las cosas que se le pueden criticar. Hoy en día tener un entrenador como Angel es difícil: él debe estar contento.

--¿Qué diría a quienes piensan que vinieron a hacer negocio?

--Siempre habrá gente que tenga una opinión así y está bien, ya que cada uno es libre de pensar como quiera. Yo digo que el fútbol no es negocio, y el Cacereño tampoco: hoy en día un club lo pasa mal, económicamente hay que trabajar mucho y poner siempre, ya que nunca se va sobrado. A nosotros nos mueve una ilusión y estamos totalmente identificados con el Cacereño y con el club cada vez más. Pelearemos para que esto siga siendo un proyecto bonito y con ilusión. El día que no lo sea se pensará otro cosa. De negocio, cero patatero, nada de nada. Solamente estamos trabajando duro en un club que es sociedad anónima y que tiene muchísimos deberes.

--¿Sigue viendo al Cacereño algún día en Primera?

--No. Yo lo sigo viendo cada vez más identificado con sus socios, con su gente. En el fútbol no puedes saltarte los pasos ni ver más allá de lo que hay. Sólo veo al Puertollano y disfrutar. Después seguiremos intentando subir escalones, pero para seguir dando saltos todos tenemos que estar preparados. El año pasado casi no teníamos socios y ahora la gente está respondiendo. Estamos casi en los 2.000 socios.