"Argentina está más cerquita de la clasificación, y eso es lo importante", ha dicho Leo Messi tras el empate a un gol frente a Ecuador en Quito, una ciudad que no suele depararle muchas satisfacciones al seleccionado albiceleste. El empate deja al equipo que dirige Alejandro Sabella al pie de la escalera del avión que debe llevarlos a Brasil el próximo año. Comparte la primera posición de las eliminatorias con Colombia. Solo una catástrofe haría imposible que 'La Pulga' no estuviera en el Mundial 2014. Y ese escenario, como están las cosas, no es imaginado ni siquiera por la mente más apocalíptica.

El astro del Barça ha jugado apenas media hora. Su rendimiento fue mejor que frente a Colombia, en Buenos Aires, el pasado viernes. "Es difícil jugar acá (2.800 metros de altura). Es un buen resultado, pero era para ganarlo, teníamos dos delanteros y no podíamos llegar", ha dicho al terminar el partido. En los 30 minutos que ha estado en el campo, Messi ha mostrado parte de su magia y velocidad. Sobre su estado físico ha dicho: "terminé bien". Solo estaba algo molesto por no haber ganado.

Argentina ha abierto el marcador a los tres minutos del primer tiempo, con un penalti ejecutado por Agüero. Pero la alegría ha durado muy poco. A los 16 minutos, Castillo, de cabeza, ha puesto el 1-1 en el marcador. Sabella ha decidido que Messi entrara a los 15 minutos del segundo tiempo. La situación se ha complicado hacia el final del partido por una infantil expulsión de Javier Mascherano, que, lesionado, dio una patada al camillero que lo trasladaba fuera del campo por lo que consideró una provocación de este.

El error de Mascherano

Al final del partido Mascherano no podía disimular su desazón. "Todo lo que pasó me avergüenza mucho, me entristece", ha señalado. "No soy un jugador que genere polémica. La verdad es que me equivoqué. La camilla iba demasiado rápido y me estaba a punto de caer. Le avisé y no me hizo caso, pero mi reacción no se justifica", ha explicado.

"Estoy orgulloso de este grupo. Pensábamos que la doble jornada era dura. Desde lo matemático sumamos, aunque queríamos más. Este equipo, ante la adversidad, respondió con mucha entrega y altura. Estoy satisfecho con lo que hicieron los jugadores", ha dicho Sabella. "Los mediocampistas fueron los que más sufrieron los 2800 metros de Quito", aseguró.

Argentina jugará en Asunción ante Paraguay, el próximo 10 de septiembre. Se espera que, para entonces, el mejor del mundo recupere su plenitud. Sin Messi en estado de gracia, la selección se devalúa.