El estadounidense Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour de Francia, asegura en su adiós "definitivo" que no se arrepiente de nada y que en su regreso a la competición en el año 2009 después de tres años retirado pensaba que aún podía ganar por octava ocasión en la carrera por equipos gala.

A sus 39 años actuales, Armstrong se baja definitivamente de la bicicleta, acosado por las sospechas de dopaje, pero tranquilo y sin arrepentirse de nada, como refleja en una entrevista a AP.

OPTIMISMO "En la hora de la retirada, no me arrepiento ahora de nada. Ha sido una etapa de mi vida excelente. Cuando volví pensé que iba a ganar un nuevo Tour", señaló el ciclista texano.

Armstrong, quien compitió recientemente en el Tour Down Under australiano, su última carrera fuera de Estados Unidos y del calendario UCI, señala en la entrevista que tampoco tiene nada que achacarse sobre la pasada temporada, en la que no brilló en ninguna carrera en las que participó y fue protagonista de varias caídas. Ocupó la plaza 23 en el Tour después de haber sido tercero en el año 2009.

Pendiente de la investigación que recae sobre él por las sospechas de dopaje en su anterior etapa antes de su retirada, en parte alimentadas por las declaraciones de su ex compañero y compatriota Floyd Landis, Armstrong señala su inocencia con contundencia, según sus propias manifestaciones.

"He contratado a personas para que me ayuden en esto, pero estoy tranquilo y trato de seguir mi camino. Sé lo que hago y lo que hice", asegura Armstrong en la hora del adiós al ciclismo.