José Luis Arrieta, del Ag2r, logró ayer su primer triunfo en la Vuelta a los 35 años al imponerse en un esprint a cuatro en la decimonovena etapa disputada entre Jaén y Ciudad Real, de 205 kilómetros, etapa de transición que no generó cambio alguno y llegó con un retraso de más de media hora, con los favoritos pensando en la crono de Rivas.

Arrieta, un entrañable veterano del pelotón internacional, con 13 temporadas a sus espaldas, conoció por fin la gloria en una grande, y casi en todo su historial, pues sólo tenía una etapa en la Vuelta Asturias de 2002. Tiró de experiencia en el momento de la verdad y alzó los brazos con un tiempo de 5h.30.14, el mismo que el kazako Fofonov (Credit Agricole).

La tercera plaza fue para el suizo Loosli (Lampre) y la cuarta para el danés Bak (CSC). Su amigo Chente García Acosta (Illes Balears), entró a 30 segundos cerrando el grupo de 8 corredores que protagonizaron la escapada buena del día. El pelotón se retrasó 11.16 minutos, lo que casi les cuesta el traslado a Madrid en autobús y no en el AVE.

LA CRONO EN MENTE Los hombres del podio se reservaron para la contrarreloj de Rivas, donde ya saldrá la foto definitiva del podio en la presente edición. Alexandre Vinokourov (Astaná) se presentará a la cita con 53 segundos sobre Alejandro Valverde (Illes Balears) y 2.06 respecto a Kashechkin. Carlos Sastre afrontará la cronometrada a 45 segundos del tercer escalón.

Etapa de cicloturismo después de las ya famosas batallas en las montañas andaluzas de Monachil y La Pandera, en la que mientras cabalgaban por La Mancha 8 aventureros con ganas de aprovechar el día de pedales caídos, el comentario general en la Vuelta era la lista del seleccionador español Paco Antequera para el Mundial, con unos felices y otros furiosos, como el caso de Pereiro y Marchante.

También dio tiempo para hablar del aluvión de fichajes del Astaná, el último en llegar es el italiano Savoldelli, y del futuro de Iban Mayo, sobrado de ofertas antes de escuchar la propuesta definitiva de su Euskaltel de siempre.

Con el pelotón ordenado y el Astaná del líder convencido de pasar una hoja más del calendario sin el menor sobresalto, los Chente García Acosta, José Luis Arrieta, Aketza Peña, Fofonov, otro integrante de la nueva ola kazaka, Loosli, Bak y Mertens, seguían a lo suyo, que era progresar hasta el momento de jugarse la victoria en Ciudad Real. Salieron en el 43 y dispusieron de rentas suculentas, la más amplia de 12 minutos en el 182. Con la suerte echada para escapados y perseguidores, se presentó un esprint a cuatro. En ese instante Arrieta fue capaz de estrenarse como vencedor por primera vez en la ronda española.