La tormenta se cierne sobre uno de los nuevos grandes del fútbol extremeño. Juan Bermejo, presidente y auténtico mecenas del Arroyo Club Polideportivo, hizo pública ayer su decisión de marcharse de la entidad el próximo día 12 durante la asamblea anual de socios.

La noticia, si no hay marcha atrás, deja en absoluta incógnita lo que pueda acontecer la próxima campaña con el Arroyo, que aparentemente tendría complicado configurar un presupuesto mínimo para la Segunda División B. Bermejo no solo ha tomado las decisiones en esa casa , sino que las ha financiado casi íntegramente, haciendo realidad el sueño de una pequeña localidad de 6.000 habitantes de codearse dignamente en la tercera categoría nacional. Algunos cálculos indican que Bermejo --que asegura que no quiere echar cuentas-- puede haberse gastado aproximadamente un millón de euros en el equipo durante los últimos cuatro años, casi la mitad de ellos en la campaña que acaba de concluir.

"Llega un momento en el que no puedes más", resumía ayer, a mediodía, en conversación con este diario. Al menos por la contundencia de sus palabras, está convencido de una decisión que ya pareció haber tomado hace un año y también hace dos. Pero en ambos casos se echó atrás, presionado por los aficionados.

"Me comprometí para cuatro años y dejar al equipo en Segunda B, sin ningún tipo de deuda. Y se ha conseguido --añadió--. En la asamblea del año pasado accedí a continuar aunque no pensaba hacerlo, aunque con 58 años si me lían es porque yo me dejo. Los socios saben que les dije que estaría solo un año más".

SI SE HUBIESE BAJADO... Lo más curioso es que la determinación de coger la puerta hubiese variado probablemente si el Arroyo no hubiese logrado la permanencia en el grupo IV hace apenas una semana. "De haber bajado, quizás hubiera continuado para subirlo otra vez, porque yo no quería dejar al equipo en Tercera", admitió el empresario, cerrado en banda una y otra vez a reconsiderar su postura. La mayor parte de su familia más directa está en contra de que siga debido al enorme desgaste económico que está sufriendo.

"No es posible. Tengo otras cosas, otros retos. Ya lo he hablado con el alcalde Santos Jorna, y con el entrenador Juan Marrero, que se lo ha comunicado a los jugadores. Yo estoy disgustado, como todos ello, porque a este club lo quiero mucho. Pero hay un momento en el que todo tiene un límite", agregó.

RESPETO Según contó, los futbolistas "están liquidados" y no se les debe dinero alguno, ni siquiera de las primas por incentivos. "La semana que viene arreglaremos la situación con algunos proveedores que faltan, pero no habrá problemas", apostilló.

Cuando este diario contactó con el alcalde de Arroyo para conocer su opinión, a media mañana, declaró que no tenía conocimiento todavía de la marcha de Bermejo, aunque sí adelantó que "respetaría la decisión que tome, porque es una persona que ha hecho mucho por el club y por el pueblo".

En todo caso, Santos Jorna esperó que el hasta ahora presidente "continúe" porque "está claro que el proyecto le necesita y se sustenta en lo que él ha aportado". "Sería muy difícil seguir en Segunda B para una ciudad como Arroyo si no está él detrás", aventuró, confiado en que la situación sea la misma que en los dos últimos veranos, cuando Bermejo dijo que se iba y finalmente decidió quedarse.