El Extremadura Arroyo llevó ayer a su afición a un momento muy cercano al éxtasis, al remontar un 0-2 adverso ante el Sant Cugat y terminar venciendo por 3-2 (22-25, 23-25, 25-9, 25-15 y 17-19), un resultado que propicia que ascienda hasta la tercera posición de la tabla de la Superliga 2 de voleibol femenino en solitario. Al tiempo, le permite seguir soñando con la posibilidad de disputar la Copa de la Princesa, competición que juegan los cuatro primeros equipos al término de la primera vuelta.

El equipo que dirige Adolfo Gómez no solo asumió el mérito de tener que afrontar un partido que se le puso muy cuesta arriba (0-2), sino que esa reacción vino propiciada en gran medida por Loly Camisón, que hasta hace apenas dos jornadas no entraba en los esquemas del técnico.

Junto a Loly destacaron, una jornada más, las centrales Flavia Lima y Helen Silva, Yohana Rodríguez y la dirección de Carol Wassmansdorf, que aunque comenzó el partido muy dubitativa, y con errores en la dirección de juego, supo reencontrarse con su mejor versión para concretar la reacción de su equipo y apuntalar la victoria por 3-2.

Tras ceder los dos primeros juegos (a 22 y 23), muy difíciles se le ponían las cosas a la formación cacereña. En los sets tercero y cuarto, el equipo de Gómez ajustó su recepción, ganó en confianza en la defensa, tanto en primera como en segunda línea, y fue capaz de desactivar el hasta ese momento fluido juego ofensivo barcelonés, lo que propició la disputa de la quinta manga.

En este juego, tras llevar las locales siempre la iniciativa en el marcador (5-3, 9-7, 11-8), el Sant Cugat tiró de experiencia para primero igualar la contienda (12-12), más tarde anular varios puntos de partido del Arroyo (14-13, 16-15) e incluso contar con match ball (14-15).

Sin embargo, el mayor aplomo local en los puntos finales, y el remate en línea de Gala Clemente en el último suspiro concretaron una victoria con el mejor sabor de boca para una afición que agasajó con varios minutos de aplausos a sus jugadoras tras el pitido final.