La batalla que ha emprendido el Barça para fichar a Cesc es ya pública. El club azulgrana presentó su primera "oferta seria, firme y por escrito", según reveló el director general corporativo azulgrana Joan Oliver, por el centrocampista. Era una propuesta inicial de 35 millones de euros más variable. El Arsenal la rechazó de inmediato. Ni dejó pasar seis horas.

Pero esto no ha terminado. Más bien acaba de comenzar. Una vez concluída la primera fase de la negociación, que estuvo presidida por las charlas de Cesc con Arsene Wenger, el técnico del Arsenal, para intentar convencerle de que le dejara volver a casa se ha entrado en la segunda fase. Esas citas entre el entrenador, y padre deportivo de Cesc, y el jugador sirvieron para comprobar que se había roto el vínculo emocional que le ataba a Londres. Llegó con 16 años, ha estado siete temporadas convirtiéndose en el ídolo del Arsenal, solo ha ganado dos títulos y le ha dicho a Wenger que quiere volver.

Cesc ya le dijo hace un mes a Wenger todo lo que deseaba decirle y ahora espera que sea justo en el desenlace de la operación. El Barça, que no dio cifras oficiales, tiene asumido que deberá presentar otra propuesta. Antes, claro, de las elecciones del día 13 de junio.