El Atlético de Madrid doblegó a las dudas, superó al Lokomotiv de Moscú, cumplió con un triunfo sin sobresaltos y avanzó a los octavos de final de la Liga de Campeones, al ritmo del fútbol de Joao Félix, el promotor de una victoria crucial, abierta por él de penalti y cerrada por Felipe Monteiro con el 2-0.

Un Atlético práctico, aún peleado por momentos con el gol, y un futbolista distinto, todavía en crecimiento, con mucho recorrido aún, pero del que surge la diferencia. Cuando el balón pasa por él, el equipo rojiblanco juega mejor. Es una combinación indudable, que necesita con más constancia, mientras aguarda retos de más altura.

Este miércoles, el ‘fantasma’ del Qarabag, la inquietud, cualquier pensamiento pesimista, duró 17 minutos sobre el terreno de juego, en el banquillo local y en la grada del Wanda Metropolitano, aliviados todos a la vez cuando Joao Félix transformó el penalti que abrió una victoria irrebatible desde entonces.

Porque el Atlético necesitó dos penaltis para marcar el 1-0. El primero, señalado a los 44 segundos sobre Joao Félix y lanzado al borde del minuto 2 de forma errónea por el lateral inglés, lo falló. El segundo, por una mano absurda, imprudente e innecesaria de Zhemadletdinov, pitado gracias al VAR, lo anotó el ‘7’ portugués.

Su cuarto gol con el Atlético. No marcaba desde el pasado 1 de octubre, precisamente contra ese rival, que, como ya le ocurrió en Moscú, sufrió más que ningún adversario hasta ahora todo lo que tiene Joao Félix. Indetectable para el bloque ruso entre líneas, fue el promotor de la ofensiva total de su equipo.

El Atlético no sentenció antes por una falta de contundencia en ataque que acostumbra en los duelos recientes. Su falta de precisión ofreció al portero contrario unas cuantas paradas que no habría ni contemplado con algún tiro más ajustado. A Thomas, a Lodi y a Joao Félix, que dispuso del 2-0, pero lo remató fuera.

Sólo era un 1-0. En Leverkusen, al descanso 0-0. Aún todo demasiado abierto como para permitirse algo diferente a la búsqueda del 2-0 por parte del conjunto rojiblanco, que no rebajó su tendencia ofensiva, consciente de que un marcador tan corto era un riesgo inasumible para él.

Cualquier otra cosa habría sido un batacazo tremendo. No lo permitió el Atlético, que siempre tuvo todo bajo su control contra el Lokomotiv, un rival que no se jugaba absolutamente nada, que es mucho peor que el conjunto rojiblanco y que sostuvo el pulso más por la ineficacia ofensiva ajena que por méritos propios.

El pase era ya seguro con el 2-0 del brasileño Felipe, que remató de volea. Un gol previsible para acomodar ya, sin distracción ni apuros, el viaje hacia los octavos de final de la Liga de Campeones. Una cita ineludible para el Atlético de Madrid.

ATLÉTICO2

LOKOMOTIV0

3Goles: 1-0, m. 17: Joao Félix, de penalti. 2-0, m. 54: Felipe.

3Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó al local Correa y a los visitantes Murilo y Krychowiak.

3Estadio: Wanda Metropolitano.

3Espectadores: 60.000.

3 Atlético de Madrid: Oblak; Trippier, Felipe, Hermoso, Lodi; Correa (Héctor Herrera, m. 68), Koke (Lemar, m. 73), Thomas, Saúl; Morata y Joao Félix (Marcos Llorente, m. 81).

3 Lokomotiv Moscú: Kochenkov; Idowu, Kverkvelia, Höwedes, Corluka (Magkeev, m. 80), Rybus; Murilo, Krychowiak, Zhemaletdinov, Alexéi Miranchuk; y Eder (Smolov, m. 75).