El Atlético de Madrid atravesó el día después de su derrota con el Barcelona en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones entre la indignación por el arbitraje y el llamamiento a la afición para la vuelta en el Vicente Calderón.

"El Barça no necesita este tipo de ayudas. Cosas como estas nos quitan la ilusión de poder competir en igualdad de condiciones. El esfuerzo que está haciendo este equipo no merece algo así", dijo Miguel Angel Gil Marín, consejero delegado y máximo accionista del club.

"Queremos las mismas reglas del juego. Si lo de Torres es expulsión, deben aplicar el mismo criterio con Suárez", abundó el dirigente del Atlético sobre la actuación del árbitro alemán Félix Brych y dos jugadas probablemente claves del encuentro, concluido con 2-1 a favor del conjunto azulgrana.

La primera fue la doble amarilla a Torres, la segunda de ellas superada la media hora por una acción sobre Busquets y con 0-1 en el marcador para el Atlético. "Que en el minuto 35 expulsen a un jugador por dos faltas en la mitad de campo es bastante riguroso", dijo Gabi Fernández. "Ha sido totalmente injusta", opinó Filipe Luis.

"Son dos jugadas que pueden ser de tarjeta o no. Lo que es una pena es que la UEFA este más preocupada de elegir las camisetas ambos equipos jugaron con la segunda equipación que de poner a un árbitro a la altura de un partido de Champions como éste", expuso después Torres, que se sentía "responsable de la derrota".

Más allá de la expulsión de Fernando Torres, en el Atlético también hablaron de dos acciones del uruguayo Luis Suárez, una en la primera parte con Juanfran Torres y otra en la segunda sobre Filipe Luis en un centro al área. "No sé qué hay que hacer para que sus jugadores sean expulsados como los nuestros", declaró el brasileño.

El Atlético recibió ocho tarjetas amarillas en dieciséis faltas, un récord en esta edición de la Liga de Campeones.

AUN VIVOS En los ocho encuentros anteriores del máximo torneo europeo de este curso, el Atlético había visto menos tarjetas amarillas, siete, que en los 90 minutos disputados en el Camp Nou, del que, a pesar de la inferioridad numérica, sostuvo abierta la eliminatoria con un 2-1 que le obliga a ganar en casa, aunque le basta con un triunfo por 1-0.

"Estamos vivos. Tuvieron la posibilidad de por ahí convertir con un hombre más algún gol más que les genere mucha más tranquilidad en el marcador y no se hizo. Y eso genera al menos la expectativa, la ilusión de despertar, me imagino en Madrid, a gran parte de la gente del Atlético entusiasta viniendo al estadio y sabiendo que va a ser un lindo partido si lo entendemos todos, la gente y nosotros", dijo Simeone.

La afición del Calderón, escenario del encuentro de vuelta el próximo miércoles, ya con todas las entradas vendidas desde hace semanas, fue protagonista en muchas de las declaraciones y mensajes de la plantilla. "Con el Calderón todo es posible", anunció el belga Yannick Carrasco, con el lema 'Nunca dejes de creer'.

"Porque ya demostramos que nunca hay que dejar de creer. ¡Creamos juntos!", escribió Koke en las redes sociales, en las que Torres expresó: "Ahora más que nunca todos al Calderón".

De momento, el Atlético solo piensa en el choque del sábado ante el Espanyol en Cornellá, donde el extremeño Oliver Torres es duda por lesión.