45 es el ‘número mágico’ para la mayoría de los entrenadores de Segunda B. Es la frontera invisible entre la permanencia y el descenso, la cifra que suele servir para seguir un año más en la categoría. Así es en la mayoría de los casos. Las excepciones, que las hay (el Mérida acabó bajando la temporada pasada con 46), son muy pocas. Y el 45 está ya al alcance del Badajoz, que tras el puntazo del domingo en La Línea de la Concepción tiene 42. Quiere sumar los tres que le faltan ante el Recreativo Granada en el Nuevo Vivero este domingo (17.00). «Vamos a poner todo de nuestra parte para ganar y que nuestro estadio sea un fortín. Será un partido muy importante para nosotros», reconocía Medhi Nafti, técnico blanquinegro, tras el duelo contra la Balona.

Nafti se marchó contento de La Línea. «A raíz de la tarjeta roja [a Mario Gómez] intentamos aguantar, pero fue muy complicado porque los jugadores físicamente estaban muertos. Les doy un diez a mis jugadores. En los últimos minutos fuimos casi todo corazón y ganas de proteger la portería. Nos vaciamos», expresó.

«No creo que hubiese tantas ocasiones de gol, fueron más pérdidas nuestras. La presión de la Balona en medio campo fue espectacular», explicó. «El Linense dio mucha amplitud, nos generó situaciones de dos contra uno y acertó con los cambios. Nos hicieron el gol en un error de nuestro portero. Tuvimos suerte en la última jugada con el palo que rebotó en la línea», señaló Nafti.

El Badajoz vuelve el domingo al Nuevo Vivero y así lo refleja el cartel del partido, muy pegado a la actualidad política (foto), donde además se hace un llamamiento a la afición para que acuda a animar a su equipo. Desde la llegada de Nafti al banquillo blanquinegro el Badajoz ha sido uno de los equipos más fuertes como local y quiere seguir así.