Alegrías y tristezas envuelven a los representantes extremeños de Segunda B tras una jornada en la que hubo de todo. El Extremadura recuperó la senda de la victoria, aunque sin la brillantez mostrada en ocasiones anteriores. El Villanovense sumó un empate que quizás vale más que un punto por la entidad del rival y por conseguirlo lejos del Romero Cuerda. También empató el Mérida, aunque en su caso esperaba algo más ante un contrincante que sigue sin celebrar una victoria. Eso mismo le sucede al Badajoz, que se llevó un revolcón en el Nuevo Vivero ante un Melilla que sacó el premio máximo de dos cañonazos.

Varapalo pacense

No acaba de encontrar el camino adecuado el Badajoz. Los de Juan Marrero están generando ocasiones, acercándose en muchas ocasiones al área rival, aunque la falta de acierto les está penalizando. Y hay cosas contra las que no es fácil luchar, como los dos cañonazos que se convirtieron en los goles del Melilla. La primera derrota en el Nuevo Vivero ha supuesto un duro varapalo para los blanquinegros, que llevaban varias semanas seguidas como la victoria se les escapaba en los minutos finales. «Tuvimos bastantes errores que hay que corregir», confesó el técnico tras el partido y añadió que les «falta el toque de calidad» como el que supuso el primer gol melillense. Ahora toca olvidar, levantarse y ponerse a trabajar duro, porque el próximo compromiso es de la máxima exigencia: el UCAM Murcia (domingo, 17.30).

Victoria y pitos

Unas veces se gana convenciendo y siendo muy superior al rival y otras sufriendo, sufriendo y sufriendo. La clave es siempre sacar la máxima rentabilidad a cada gol. El Extremadura lo ha probado ya todo en poco más de un mes. El domingo le tocó ganar por las bravas, porque esto es Segunda B, como después se encargó de recordar Aitor Fernández, autor del único gol del partido contra el San Fernando en el Francisco de la Hera. Hubo pitos, que el futbolista respecta, aunque quizás no comparte. «Lo que yo quiero es ganar. Que nos silban, pues tendremos que estar más unidos. Lo que tenemos que hacer es dónde estábamos en febrero y cómo hemos salido», indicó tras el partido.

El Extremadura sigue en el furgón de cabeza, a un solo punto de la zona de play off y a tres del líder, el Écija, a quien tiene que visitar este domingo (18.30 horas). El conjunto sevillano es, junto al Cartagena, el único que se mantiene invicto en el grupo. En Almendralejo toca ya olvidar la quinta jornada, con sus luces y sus sombras, y pensar en la sexta. La temporada es una carrera de fondo y no es preciso perder demasiado tiempo ni energía en cada parada.

Mustafá, de área a área

Buscaba el Mérida su primera victoria a domicilio en un campo que parecía propicio para conseguirlo, el del Jumilla, uno de los equipos que mantiene en cero su casillero de victorias, y tuvo que conformarse con un empate. Escasa recompensa, aunque al menos hay recompensa. El conjunto romano salió dormido y eso en el fútbol se paga. Mucho más en una categoría en la que es tan difícil marcar goles, aunque de vez en cuando aparecen joyas como la de Mustafá. El saharaui se recorrió todo el campo, de área a área esquivando rivales y sorteando agarrones para hacer el gol del empate. La obra maestra (¿cuántas veces lo estarían repitiendo en las televisiones mundiales si el tanto lo hubiesen hecho Messi o Cristiano?) permitió al Mérida despertar y lanzarse a por la victoria. Pero le faltó tiempo. Moraleja: en los partidos hay que estar desde el minuto 1 hasta el pitido final.

El Mérida vuelve el domingo al calor del Romano para recibir a uno de los gallitos del grupo, el Cartagena (18.00 horas).

Crecer desde la defensa

Los pupilos de Iván Ania siguen dando pasos al frente. El sábado sumaron un puntazo en el Cartagonova frenando al que hasta ese momento era el líder y demostrando la solidez defensiva que tanto ansía encontrar el técnico. El camino parece el adecuado, solo hacía falta tiempo para recorrerlo. Y tiempo para hacerlo es lo que ha venido reclamando el técnico. «Estuvimos bien y sólidos, el equipo está creciendo y eso se hace a través de la solidez defensiva», explicó tras el partido el preparador, que ya piensa en el próximo compromiso, otro rival difícil a priori, aunque no está viviendo un buen arranque de temporada. El domingo visita el Romero Cuerda el Real Murcia (18.00 horas).