Llegó el gran día para los jugadores del CD Badajoz, que tras más de dos meses de parón por el estado de alarma ante el covid-19, comenzaron ayer los entrenamientos en el Nuevo Vivero. Lo hicieron siguiendo el protocolo y las directrices marcadas por el Consejo Superior de deportes para entrenamientos de equipos profesionales y federados, por lo que cada futbolista se ejercitó de manera individual.

Cada turno de trabajo implicó a dos jugadores y dos técnicos, que se dividieron el campo en dos mitades iguales. Entre el técnico y el jugador tenía que haber una distancia mínima de 10 metros. Se organizaron en franjas horarias por la mañana. Los jugadores llegaron de forma escalonada, con la ropa de entrenamiento desde sus domicilios y accediendo con mascarilla y guantes que solo se retiraron para ejecutar el entrenamiento. Estuvieron el segundo entrenador Manolo -ausentándose Pedro Munitis por su reciente paternidad- y el preparador físico Moisés de Hoyo. Todo fue supervisado por José Cortés, que junto a Alejandro García son los responsables del protocolo y miembros del cuerpo médico del club.

Sus primeras sensaciones fueron muy positivas. El central Pablo Vázquez reconoció al finalizar la sesión que «estábamos deseando volver a pisar el campo, ha sido una sensación muy bonita. Ver el césped en este estado, reencontrarte con gente que hacía tiempo que no veías, volver a tocar balón… ha sido una sensación inmejorable».

Tras esta primera toma de contacto, este martes los jugadores volverán a ejercitarse, siguiendo el plan programado por el cuerpo técnico.

Entre las medidas del protocolo, antes de entrar al verde deben pasar por cuatro puestos, el primero de toma de temperatura, desinfección, peso y datos y el segundo de depósito de ropa usada del día anterior.

Después pasará por el de cambio de calzado y, por último, para depositar los objetos personales. Cada jugador, al llegar al entrenamiento, recibirá dos botellas de agua identificadas con su dorsal. Además, el que requiera servicios de fisioterapia deberá cambiarse de ropa, desinfectarse con gel, y utilizar mascarilla y guantes.

Hace ocho días, los jugadores pasaron los test del covid-19 -todos negativos- y el reconocimiento médico. Además, las instalaciones del Nuevo Vivero fueron desinfectadas durante la semana.