Mérida celebró el sábado la gran fiesta del balonmano con la 9 Gala del Balonmano Extremeño, en la que se concedieron diversos galardones en distintas categorías. Los premios reconocieron la labor de los más destacados deportistas, entidades, promoción, medios de comunicación, instituciones, divulgación del balonmano e integración de la pasada temporada.

Asímismo, se entregaron, en el transcurso de la gala, las insignias de oro a Luis C. Torrescusa, director técnico del BM. Alcobendas y extécnico de la selección española femenina, presente en el acto, y Juancho Pérez, jugador del Portland San Antonio y de la selección española, que aunque no pudo asistir por motivos profesionales, envió una carta en la que daba las "gracias de corazón" como hombre de balonmano, y una vez más "reconocido por su gente y como extremeño enamorado y tanto tiempo ausente de su tierra, a la que no olvida y a la que siempre desea volver".

BADAJOZ, CAMPEONPreviamente a la fiesta del balonmano regional, el Pines Badajoz se proclamaba campeón de la Copa de Extremadura. En un partido escasamente brillantez, pero cargado de tensión, los pacenses lograban el sábado en Calamonte el título tras vencer al C.BM. Villafranca-La Fuente por tres goles de diferencia, 24-27. El encuentro, muy igualado en el marcador, no se definió hasta el último cuarto.

La primera mitad fue un toma y daca por parte de ambos bloques, con constantes empates en el marcador, hasta el minuto veintiuno que el equipo pacense consiguió abrir una brecha de tres goles (8-11). Esta situación obligó a Antonio ´Cidoncha´ a pedir un tiempo para cortar la racha de sus rivales, consiguiéndose el efecto esperado, ya que en tres minutos el partido dio un vuelco y, tras un parcial de 3-0, volvió la igualdad, con empate a once goles. El primer periodo finalizó con 12-12.

El primer cuarto de hora de la segunda parte fue un calco de la primera mitad, con dos equipos muy viscerales que no conseguían romper el partido. La historia de la final cambió cuando el técnico del Pines, Antonio Navarro, ordenó a sus jugadores una defensa mixta para controlar a Francisco Nieto, lo que se frenó la iniciativa ofensiva de sus rivales.

El Pines jugó sus bazas y consiguió abrir una grieta en el marcador de cuatro goles a falta de poco más de cinco minutos para el final 21-25. Los últimos minutos transcurrieron con una gran carga de tensión y alguna que otra actitud desafiante por parte de algún jugador del Villafranca-La Fuente que no hizo más que enturbiar la imagen de su equipo, que acabó perdiendo la final con el resultado de 24-27.