Decenas de miles de personas se echaron a la calle para rendir culto al campeón de Liga, el Barcelona, cuyos jugadores se dieron un enorme baño de masas, durante las casi dos horas y media que duraron los festejos a bordo de un autobús descapotable. La comitiva azulgrana partió del Puerto de Barcelona, subida a la segunda planta de un autobús de color azul con el lema 'S'ha demostrat' (Se ha demostrado) y la efeméride 'Campions 2015-16'.

Los jugadores, que llevaban estas mismas frases e idéntico diseño en unas camisetas azules diseñadas para la ocasión, compartieron la 'terraza' del vehículo, con el cuerpo técnico y los empleados del club que habitualmente trabajan con el primer equipo.

Entre el grupo, muchas caras de cansancio, algunas de ellas ocultas con gafas de sol. La noche del sábado, en la que tuvieron lugar las celebraciones privadas, fue muy larga, y seguramente faltaron horas de sueño.

La celebración de los jugadores estuvo muy alejada de alguna rúa anterior, en la que el desmadre generalizado y la ingesta indiscriminada de cerveza fueron, en alguna ocasión, protagonistas durante casi todo el trayecto. La de ayer fue una celebración más tranquila, con los futbolistas más preocupados por hacerse 'selfies' e inmortalizar algunos momentos para subirlos a las redes sociales que por interactuar con los aficionados en algunas frases del trayecto.

El gentío se hacía cada vez mayor a medida que la comitiva avanzaba por la avenida del Paralelo hacia la plaza de España y eso fue activando, poco a poco, a los jugadores.

También lo hicieron algunos 'hits' que sonaron a todo trapo, como el 'I will survive' de Gloria Gaynor o el 'Viva la vida' del Coldplay, o los cánticos futboleros que podían escucharse en algunas zonas de animación repartidas por todo el trayecto.

La recta final del trayecto aun fue más movida. Gerard Piqué se subía peligrosamente a la barandilla del autobús para empezar a bailar mientras jaleaba a la afición. Hasta el propio Luis Enrique se atrevía a dar unos pasos de baile al ritmo de una 'batucada' cercana.

La rúa superaba la plaza de España para enfilar la avenida Maria Cristina con Montjuïc de fondo. No hubo parlamentos finales ni himno del Barça, ni tampoco se tiñeron las fuentes de Montjuïc con los colores azul y grana. Quizá dentro de unos días, si los hombres de Luis Enrique ganan también la Copa.