Se le vio casi sorprendido a Roberto Blanco cuando salió a dar explicaciones de la derrota de su equipo, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad, ante el Levitec Huesca (63-71). No esperaba, como dijo, un inicio tan alterado a nivel anímico de sus jugadores.

«Hemos entrado con muchos nervios, mucha ansiedad. Para nosotros es importante estar firmes en casa. Ese exceso de ganas durante la semana no nos ha venido bien. El halago nos ha debilitado un poco», indicó el técnico, que lamentó que el rival superase en «intensidad y dureza» a los suyos durante la primera mitad.

«Nos han sacado de la pista en la primera parte», llegó a decir. «No hemos sido capaces de contener ese juego, no exento de calidad. En la segunda hemos subido de nivel, pero solo hemos logrado igualarles», añadió.

Aunque con delicadeza, sus críticas se extendieron apuntando que, cuando la situación se complicó definitivamente tras el descanso, sus jugadores habían «intentado hacer las cosas individualmente, dejando a un lado el colectivo, que es lo que es este equipo».

«Mucho más baloncesto»

Según contó, las caras eran larguísimas en el vestuario tras lo sucedido. Se habían puesto muchas ilusiones en el estreno y la imagen que se ofreció no resultó positiva. ¿Qué les dijo a sus hombres? «Bienvenidos a la liga. Esta es la LEB Oro. No es una liga de juniors. Nos espera un duro trabajo diario. No nos queda nada más que hacer eso», respondió, reiterando que el Cáceres tiene «mucho más baloncesto» del que demostró el viernes.

«El 80 por ciento de los sistemas de atque o no los hemos agotado o nos hemos equivocado. Día a día nos estábamos encontrando muy cómodos, con buena circulación de balón. Hoy ha sido inexistente», explicó.

Pidió, además, dar «un paso al frente en cuanto a intensidad. Necesitamos seguir construyendo, pero para eso los jugadores tienen que entender su rol». Preguntado específicamente por Jorge Bilbao, disculpó su floja actuación y defendió que durante los días previos había sido uno de los jugadores que mejor había entrenado.

Hay tiempo para analizar lo sucedido, pero no para lamentarse más. En el horizonte está el próximo partido, que será el sábado que viene en la pista del Marín, un recién ascendido que también empezó perdiendo (82-66 en su visita al Carramimbre Valladolid).