"Lo importante es el arquero, no las flechas". Eso le decía a Rafael Nadal su tío Toni cuando de pequeño se quejaba de la raqueta, del cordaje o de las bolas como hacían otros tenistas para excusar una derrota. La opinión del técnico no ha variado con el paso de los años. "Cuando no sale una cosa hay que trabajar más y ya está, no valen las excusas externas", recuerda el técnico, aunque no ha podido evitar que su sobrino, siempre tan meticuloso, cambie la raqueta cada ocho juegos para mantener la mejor tensión su cordaje y anticiparse a una rotura. Este año el pentacampeón de Roland Garros, al igual que el resto de jugadores, están muy pendientes del comportamiento de las nuevas bolas Babolat que se utilizan en lugar de las Dunlop con las que se han jugado toda la temporada de tierra batida europea y en París desde el 2006 hasta el año pasado.

Nadal, que ayer estuvo entrenando en una abarrotada pista con el canadiense Milos Raonic para acostumbrarse a los saque que mañana le esperan en su debut ante el gigante John Isner (2,06 metros), parecía controlar bien esas nuevas bolas. Las fabrica la misma marca que utiliza de raqueta y cordaje y algunos, por su comportamiento, las han catalogado como antiNadal . "Son duras y rebotan más, pero hay que verlas en distintas situaciones antes de opinar", dijo el tenista mallorquín. "Me las enviaron a Londres para entrenarme y creo que me ayudarán en mi juego" desvelaba el escocés Andy Murray. Menos optimista se ha mostrado Djokovic, a quien en teoría debe favorecerle el cambio era más escéptico: "Son muy rápidas y difíciles de controlar". Hoy el tenista serbio tendrá la ocasión de comprobarlo en su debut ante el holandés Thiemo de Bakker. Roger Federer se mostraba más neutral: "Veremos como responden a las distintas condiciones de la pista como a la humedad o el calor".

Jean Christophe Verborg, director deportivo de Babolat, quitando hierro a la polémica. Los responsables de la firma francesa se juegan demasiado para fallar en Roland Garros después de haber logrado un contrato millonario para los próximos cinco años sustituyendo a Dunlop.