Brasil, con mucho más sufrimiento del que esperaba y media hora de fútbol, en la que marcaron Ronaldinho y Robinho, logró un pobre empate ante Japón (2-2) y se clasificó para semifinales de la Copa de las Confederaciones, que será el sábado contra Alemania.

No jugó más de media hora Brasil, al que le sobró suficiencia y temor al estado físico de sus estrellas. El equipo de Parreira dio por concluido el partido después de ponerse en ventaja, quiso reservar fuerzas para la final y se encontró al final con un empate que no le sirve para levantar el ánimo. Y eso que entre Ronaldinho y Robinho parecieron acabar con las dudas en los primeros minutos, cuando fabricaron las dos jugadas y los dos goles. Después, empate y apuros.