Carlos Frade los quiere jóvenes... y buenas personas. "O son buenos tíos o no pueden funcionar con este sistema", ha dicho más de una vez el entrenador del Cáceres, un obseso de la planificación, de no dejar nada a la improvisación. Ni siquiera las reacciones humanas de la gente con la que pretende trabajar.

En su idea para el equipo de la temporada 2013-14 solamente cabe la gente trabajadora y leal, sea de la edad que sea, aunque volverá a respirarse juventud en ese vestuario. Frade odia a los perros viejos , a los solo trabajan con intensidad el día del partido, lideran camarillas y echan pulsos a los entrenadores. Se diría que se siente mejor con los jugadores todavía por hacer, a los que pueda moldear. Y, si son veteranos, que tengan la misma predisposición que han mostrado este año Pedro Robles y Roberto Morentin. El primero se retira, mientras que el segundo cuadra en el proyecto, aunque no se ha especificado públicamente si interesa.

Los extranjeros

En ese perfil han estado prácticamente todos los jugadores de la campaña 2011-12, desde el primero hasta el último. Quizás sí hubo más tensiones de las debidas con Devon Van Oostrum, que reclamaba más continuidad en la pista y, durante una jornada, fue postergado al papel de tercer base.

La pretensión del técnico de trabajar solo con jugadores fiables en lo personal no es tan sencilla de cumplir cuando se sale del ámbito de los nacionales, ese en el que todos conocen a todos. Informarse sobre si un extranjero está dispuesto a entregarse dentro y fuera de la pista es más complicado. El pasado verano, no paró hasta recabar los suficientes informes sobre Olu Ashaolu, Josh Duinker y Braydon Hobbs. Con el primero incluso cenó en la Liga de Verano de Las Vegas, donde dentro de algunas semanas regresará a pescar más talentos a precio asequible.

De todos modos, todavía queda mucho para el arranque de la próxima campaña, que todavía no tiene fecha. La pretemporada se iniciará seis semanas antes.