José Mourinho ya es historia en el Madrid después de que Florentino Pérez confirmara ayer que el técnico portugués dejará el club a final de temporada. El presidente de la entidad blanca también informó de la convocatoria de elecciones para el 16 de junio, comicios a los que el dirigente se presentará. Pérez justificó a Mourinho por la presión que ha tenido que aguantar el técnico. "Me dijo que lo mejor era irse y yo lo comparto. Después de este año hemos coincidido que era el momento adecuado para romper la relación. Le agradezco el trabajo realizado. Nadie ha destituido a nadie. Se ha hecho de mutuo acuerdo", manifestó Florentino.

Decidido a terminar con la convulsión que vive el club blanco tras la derrota en la final de Copa que ha puesto final a una temporada esperpéntica, Florentino tomó la decisión esperada y se desembarazó de Mourinho, el noveno técnico del empresario madrileño y al que más ha apoyado. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Pérez presentó la cabeza del portugués, que tenía contrato hasta el 2016. Pese a ello, no recibirá un solo euro y se marchará no por la puerta por la que entró junto a Valdano en el 2010, sino por la de atrás. Le quedan dos partidos de Liga, pero eso es lo de menos para un vestuario que ha respirado hondo al escuchar a su presidente.

Gran estabilidad

Florentino quiso revestir la salida de Mou de normalidad y se mostró esquivo a la hora de responder las preguntas de los periodistas. Sí se atrevió a valorar la etapa del que definió como el mejor entrenador. "Se ha dado un salto cualitativo en lo deportivo y en la competitividad porque ahora estamos en semifinales y somos cabeza de serie. Aunque esta temporada no se considera suficiente para el nivel de exigencia de Mourinho, no es una temporada mala", dijo.

Después de afirmar que el Madrid tiene una gran estabilidad institucional y económica y que el madridismo "está más unido que nunca", el dirigente apuntó que le hubiera gustado que Mourinho hubiera continuado, pero achacó la decisión a la presión del entrenador, la palabra que más repitió. "Creo en la estabilidad que puede dar un entrenador, pero el nivel de presión ha ido aumentando de tal manera que las personas tienen un límite. La palabra fracaso no se corresponde a la realidad y los madridistas no la sienten así".

También echó mano de la presión para intentar explicar la relación entre Mourinho y los jugadores y los ataques del técnico a algunos miembros de la plantilla. "Cada entrenador tiene su personalidad, pero su nivel de exigencia es máximo. Seguro que se ha equivocado alguna vez y ha pedido disculpas, pero no es normal el nivel de presión al que ha estado sometido. Nos sentimos orgullosos de ese nivel de presión porque es el Madrid y aquí hay que ganar, pero ha pasado los límites de la normalidad. Estas cosas han pasado, pasan y pasarán en el Madrid", añadió el presidente del Madrid.

En su empeño de mirar hacia otro cuando se le preguntó si ha podido maleducar a Mourinho, Pérez definió como "novelas" los artículos de un periodista. "Tiene usted mucha imaginación, pero lo escribe bien. Pude decir en algún momento que estaba más cerca de los jugadores. No he querido perturbarlos a ellos ni al entrenador.

Luego miró al futuro y habló de Ancelotti. Le faltó decir aquello de "never, never, never " cuando fichó a Beckham. "El director general fue a París y preguntó por él. Nos dijeron que no, pues perfecto. Mi máximo respeto al PSG y a su presidente", dijo Florentino.