Aún no hay nada oficial ni seguro, ni en lo positivo ni en lo negativo. Es más, todo está todavía por concretar. Pero el futuro del Cacereño aparece, como cada año pero en éste puede que un poco más, tremendamente difícil. Tanto que hasta que se cuestiona la continuidad en Segunda División B.

El consejero delegado del club, Antonio Martínez Doblas, ya ha lanzado varios mensajes diáfanos a lo largo de esta temporada. El primero y más claro, sobre el estadio Príncipe Felipe. "Ya veremos dónde juega el equipo el próximo año". El caballo de batalla este año es doble, y entre los dos suman la nada despreciable cantidad de 400.000 euros.

Por un lado, el aval obligatorio desde el año pasado solamente para participar en Segunda B (200.000 euros). Por otro, los gastos de mantenimiento del recinto deportivo (otros 200.000), que no está dispuesto a asumir el empresario por muchas y variadas razones. Su razón global ya la ha explicado en más de una ocasión: "esto es solo poner, poner y poner, y siempre le toca al mismo, que es a mí".

Las incógnitas se han multiplicado durante los últimos meses: retrasos en los pagos a empleados, técnicos y jugadores, pero también retrasos en el cobro de las subvenciones, que este año está siendo más acusado, según transmiten con cierta amargura desde la entidad.

Doblas no ha ocultado su disgusto y su pesimismo cada vez que se le ha preguntado, oficial y extraoficialmente. Así lo ha expresado también a los aficionados que, semanalmente, se han reunido para buscar soluciones. Incluso, los hinchas han contado que el propio Doblas ya les ha lanzado mensajes claros en el sentido de que pueden ser ellos quienes se tengan que hacer cargo de la gestión la próxima temporada.

Sin embargo, el rayo de esperanza no se ha apagado. Quienes conocen bien a Doblas aseguran que el farmacéutico seguirá empeñado en hacer progresar el proyecto del club, aunque es evidente que no a cualquier precio. Con él al frente, el Cacereño ha logrado ascender a Segunda B y, deportivamente, mantenerse con holgura los dos últimos años e incluso disputar una Copa del Rey con brillantez.

Sin embargo, la zozobra se ha instalado en el club verde. La mano derecha de Doblas en el CPC, Angel Marcos, apostaba ayer por el hecho de que el Príncipe Felipe fuera municipal. El club, incluso, lo ha ofrecido al ayuntamiento gratis. Pero tampoco los tiempos de crisis ayudan. Mayo y junio dictarán sentencia, pero los más incondicionales de la religión verde están temblando. Aún así, todavía hay pulso.