CACEREÑO: Vargas, Palero (min. 80, Ale), Ismael, Mansilla, Toni, Aarón, Cuerva (min. 63, Alberto Beato), Leo Ramírez, Gállego, Kofi (min. 86, Javi Durán) y Valverde.

LEONESA: Calzado, Núñez, Santi Santos (min. 46, Tejedor), Bardal, Villarejo, Nacho, Javi Navas (min. 60, Víctor), Gonzalo, Oroea, Cristóbal (min. 80, Marcos Alvarez y Akexe.

GOL: 0-1-Min. 61: Cristóbal.

ARBITRO: Benjumea Alvarez (Andaluz). Tarjeta roja directa al local Leo Ramírez (min. 90) y amarillas a Ismael, Mansilla y Kofi. También amonestó al visitante Aitor Núñez.

INCIDENCIAS: Minuto de silencio por la muerte del padre del exfutbolista internacional Manolo Sánchez. Protestas contra el técnico, Angel Marcos, y la directiva del club.

El Cacereño cae en picado. El precipicio se avista. Cuatro derrotas consecutivas en casa (ayer 0-1 ante la Cultural Leonesa) mantienen a los verdes en la zona de promoción. Este equipo que jugaba tan bien --ya ni siquiera eso-- amenaza con convertir el final de campeonato en un suplicio de primer orden, con la supervivencia en cuestión.

Nada funciona ya. Ni siquiera la suerte. Su delantero referencia, Collado, estuvo otra vez ausente, en esta ocasión por el fallecimiento de su abuela. Un detalle más. La guinda a una situación límite, que aún tiene tiempo de rectificarse, pero que ha creado un ambiente áspero en el club, con el entrenador cuestionado, el público entre nervioso y pasota y la clasificación cada vez más preocupante.

Las circunstancias son las que son. El Cacereño curra en cada partido, pero le es insuficiente siquiera para puntuar. En contra a lo sucedido en partidos anteriores, la Cultural sí demostró ser superior, con matices, a un CPC que ya no cree en sí mismo.

Solamente un tiro de David Cuerva, que se marchó fuera por poco (min. 38) como balance ofensivo de cierto fuste. Muy poco. Más bien ínfimo. Ni que el equipo sea más directo ni que los pases sean o menos horizontales. El extasiado Carlos Valverde no puede ser el '9'; Gállego y Kofi batallan, pero no amenazan y la pléyade de los estilistas del medio campo, con la ausencia de Antonio Amaro, se ha reducido a dos: un Leo Ramírez desquiciado y un David Cuerva que mantiene el tipo como puede.

El Cacereño ha perdido tiempo en el mercado de invierno. Ha fichado tarde. Y eso se nota. Las lesiones y los problemas del aval se están pagando ya en forma de resultados negativos. Al menos, una buena noticia ayer: el debut de Ismael Athuman, que se mostró poderoso atrás y que puede incluso adaptarse como centrocampista. En Burgos faltará Leo Ramírez, autoexpulsado ayer por pura frustración. El canario ya no es ni sombra de lo que era. Pero que a nadie se le olvide: es muy bueno.

Con todo ello a favor, la Cultural vivió un partido más o menos plácido. Bien plantado, contundente atrás y calidad adelante, su delantero Aketxe (vaya clase) se bastó para crear tres-cuatro oportunidades de gol.

No marcó él, sino el extremo Cristóbal, que aprovechó una indecisión atrás, con posible falta a Toni, para hacer el 0-1 (minuto 61). ¿Qué hubiera pasado de no haber anotado este tanto el cuadro leonés? Nunca se sabrá, pero es evidente que estaba mejor plantado sobre el terreno de juego, de nuevo deleznable.

El Cacereño fue un manojo de nervios a partir del tanto visitante. Cuerva, desfondado, fue suplido por el juvenil Alberto Beato en un movimiento muy cuestionable. Mala señal. Muy mala señal. La frustración se apoderó de todos, incluso de la grada, casi indiferente ya.

El equipo se rompe, el proyecto se tambalea, el CPC peligra extraordinariamente. Ni siquiera parece regarse ya la 'flor' de su entrenador, hundido como pocas veces al final, que no sabe cómo enmendar el entuerto, que tiene de qué quejarse, pero que tampoco está dando con la tecla, desde luego. Tantas veces salvador, en adelante tiene una difícil misión: resucitar a un bloque indefectiblemente en la UVI. ¿Tendrá la oportunidad?