Con la intención de apurar sus últimas opciones para seguir luchando por entrar en liguilla de ascenso viajó ayer el Cacereño a Ceuta. La empresa no parece sencilla, pues no sólo tiene que ganar en el Alfonso Murube , sino también esperar algún tropiezo de los de arriba, con el añadido de haber ya un nuevo equipo en el medio, el Málaga B, que de tapadillo ha ido ganando opciones en las últimas jornadas.

Pero los de Ismael Díaz no quieren rendirse y quieren buscar cualquier resquicio mientras las matemáticas lo permitan. El técnico asturiano, pese a salir contrariado de la derrota ante el Melilla, no fue victimista y estimó que el partido de los suyos fue de esos "en los que no te sale nada por muchas cosas que intentes. Pero, al menos, no somos perdedores, pues hemos dado todo en el campo y lo hemos intentado de todas las formas posibles", reconocía Díaz.

El técnico verde, sin apenas tiempo para un par de sesiones más de recuperación que de preparación para el choque de hoy, no podrá contar con Maxi, lesionado posiblemente de gravedad en la rodilla. Su lugar lo ocupará Pelegrí, tras el partido de sanción que cumplió ante el Melilla. Enrique, también sancionado ante el Melilla, regresará al equipo titular y Pedro García y Juanma Cruz se disputarán la banda izquierda, con más opciones para el de Tarifa.

CONVOCATORIA

Ismael Díaz vuelve a confiar en el juvenil David Rocha, que comenzará en el banquillo junto a Tariq, Caballero y Tobeña, mientras que Jorge Ortiz, que jugó unos minutos el jueves, se ha quedado en Cáceres para jugar con el filial, como Jaime, Emilio o Bernal.

En el bando ceutí ya no se aguarda el encuentro con la misma intensidad que si Nene Montero siguiera en el banquillo, pues el extécnico caballa le tenía ganas al Cacereño, más después de las tres derrotas que le infligieron los verdes en Copa del Rey y en el partido de la primera vuelta. Ahora, ya sin opciones y con José Enrique Díaz todo estará más tranquilo.