Un punto de inflexión para dejar atrás la presión. Eso es lo que quiere Julio Cobos que Llerena sea para el Cacereño. Cuatro jornadas ha necesitado el conjunto verde para ganar su primer partido. Demasiadas para un equipo que «en Tercera debe ganar el 98% de los encuentros». Son palabras del entrenador. Pero el bache ya se ha superado. La primera victoria se ha conseguido, la ansiedad por conseguirla se ha disipado y con los ánimos recobrados, el CPC vuelve a la casilla de salida para seguir peleando por sus objetivos. Lo hace, eso sí, con una rémora de ocho puntos respecto al intratable Villanovense.

«Esperemos que a partir de ahora nos cueste menos ganar», pedía Julio Cobos cuando el balón apenas había acabado de rodar en el Fernando Robina.

Sufrió el Cacereño para ganar, pero lo importante, recordaba el técnico, era hacerlo («ganar siempre cuesta mucho»). No fue una victoria para lanzar cohetes. Tuvo el tercer gol para cerrar el partido. No lo consiguió y acabó pidiendo la hora. «Cuando no matas el partido acabas sufriendo», dijo Cobos, recordando una de las máximas más repetidas en el fútbol.

En el debe, además, hay que anotarle al equipo verde que sigue sin dejar su portería a cero. Y ya son cuatro jornadas seguidas encajando. En el aspecto positivo también hay que destacar el estreno goleador de Murci. La gran apuesta por el gol del conjunto verde puso fin a su sequía anotando el primero de los dos tantos al Llerenense. El otro lo marcó Borja García, otro futbolista que también tiene llegada. Y gol.

Pensando en el derbi

El triunfo del CPC sirve para calmar el tenso ambiente que rodeaba al equipo desde el inicio de temporada, pero no habrá mucho tiempo para disfrutarlo. «Vamos a intentar saborear la victoria hoy», añadía Cobos en referencia al mismo domingo del partido. Porque ayer mismo se puso a pensar en su próximo compromiso, el duelo ante el Diocesano en el Príncipe Felipe (domingo, 12.00 horas). Será la primera vez que el conjunto colegial llegue por delante de los verdes al derbi cacereño. Tiene dos puntos más.

Llerena es un punto de inflexión, pero no el final de todos los males. El Cacereño tuvo momentos muy buenos, de mucho dominio, mezclados con otros de caos y dudas. «En líneas generales hemos sido superiores», añalizada el preparador de Valdehornillos, que también sabe que la victoria servirá para refrendar el trabajo que se hace durante la semana, que siempre ha catalogado como bueno a pesar de que los resultados no llegasen.

Hoy descansará el equipo. Mañana volverá a la carga sabiendo que ese ansiado ascenso sigue al final del trayecto.