El Cacereño quiere huir del debate del campo para que no le perjudique más cuando juegue de local. Al menos, está haciendo esfuerzos para que El Cuartillo no centre casi exclusivamente la atención mediática y del aficionado. "Es lo que tenemos, y nos tenemos que adaptar lo mejor que podamos", han dicho repetidamente los futbolistas en las últimas semanas.

El mensaje se asemeja al que proclama el propio entrenador, Angel Marcos, quien hoy dirigirá el entrenamiento previo al partido de mañana ante La Hoya (16.30), en el que el equipo verde intentará conseguir el primer triunfo en casa. Todo está, obligatoriamente, más que interiorizado: los últimos acercamientos desde la entidad hacia la Junta han dado en hueso: la Ciudad Deportiva no se va a ceder para la disputa de encuentros ligueros, salvo radical cambio de planes de la administración.

DEBUTANTES El hecho de que llegue este fin de semana otro recién ascendido y que los dos anteriores (Algeciras y El Palo) se hayan saldado con derrotas no preocupa al técnico. "Que sea otro que acaba de subir no quiere decir nada. Aquí todos son de Segunda División B, y además tienen a solamente seis futbolistas de la temporada pasada", dijo al mediodía de ayer en la habitual rueda de prensa prepartido.

El de Serradilla anuncia cambios, al menos en cuanto a forma de jugar. Vuelve Martins, que puede ser incluso titular, y es posible que el guineano Mansaré pueda gozar de sus primeros minutos, una vez que su condición física, y la de su compatriota Bongoura, ha mejorado.

El Cacereño puede optar por la vía de una menor elaboración y más fútbol directo, algo que puede redundar en la optimización de resultados, ya que a la vista está que los precedentes no han sido buenos.

En defensa, el técnico quiere que se adelanten las líneas para presionar más arriba y recuperar el balón más rápido. Gaspar es la única baja confirmada para el duelo de mañana.