La primera derrota del Cacereño en casa esta temporada dejó en su entrenador/encargado de material, Luis Américo Scatolaro, algunas dudas, aunque el argentino hizo hincapié en la importancia de «asimilar la ocurrido y seguir trabajando». Y claro, analizar por qué fue así el duelo contra el Don Benito.

Ante el conjunto calabazón, que también ganó la temporada pasada en el Príncipe Felipe, se vio a un Cacereño perdido, sin rumbo, sin saber exactamente a qué jugaba, sin argumentos para contrarrestar a su rival, sobre todo en la primera parte. «Al principio el equipo no estaba vivo, nos sorprendieron», reconoció el preparador, que, sin personalizar en nadie, explicó que hubo jugadores de los que «esperaba más en este tipo de partidos, que es donde realmente se tiene que ver el carácter de cada uno».

Cierto es que mejoró en la segunda y que tuvo algunas buenas ocasiones desbaratadas por Sebas Gil. Y es ahí donde aparece otra de las rémoras de este Cacereño, que aunque solo se ha quedado tres partidos sin marcar en lo que va de temporada (24 jornadas), le cuesta mucho hacer gol. «Las ocasiones las generamos, pero empieza a haber un contagio en ese aspecto de no marcar y no sé la razón, si es ‘apresuramiento’, indecisión o simple fallo, pero terminamos desaprovechando muchas ocasiones», dijo Scatolaro.

No vislumbra el argentino un problema físico de su equipo, de cansancio por las dobles sesiones de trabajo a las que tienen que hacer frente los jugadores muchos días desde principios de enero. Esta semana hay tres de esas dobles sesiones programadas para miércoles, jueves y viernes, con trabajo en el campo y también en el gimnasio. «Cuando ganamos también trabajamos así, no pasan por ahí los motivos de la derrota», recalcó.

Solo fue la determinación de uno y otro, insistió el argentino, que lanzó un mensaje a sus jugadores: «Espero que den un poquito más, porque en el balance de calidad tenemos tres o cuatro con mucha y cualquier entrenador espera que den un poco más». Matizó, eso sí, que deberán hacerlo pensando en el equipo. «Tendré que buscar alternativas para que siga funcionado», avisó.

La próxima ‘final’

Tras enfrentarse a su primer ‘grande’ de este 2018, el Cacereño ya tiene que pensar en el segundo. La UP Plasencia le espera el domingo con la obligación de no fallar. «Es un partido crucial», reconoció José Diego Pastelero, entrenador de la UPP, que no podrá contar con su máximo goleador, Luismi. Es una final para ellos que afrontan en un buen momento, «con mucha seguridad defensiva y rentabilizando mucho los goles que marcamos». El Plasencia juega mañana en Copa Federación con el Atlético Saguntino.

Tampoco puede fallar un CPC que aspira a lo máximo y que ya ha perdido su «colchoncito», dice Scatolaro. «No nos podemos dejar puntos contra ellos», añadió hablando de sus rivales directos como la UPP, el Don Benito (conserva al menos el gol-average), el Coria, con quien se enfrentará a primeros de marzo, y el Moralo, a mediados de ese mismo mes. «Estos partidos van a ser el parteaguas (sic) de lo que queda de torneo». Cierto es que también deben enfrentarse entre ellos «y que alguno se dejará puntos, pero nosotros no podemos pensar en eso, tenemos que pensar que somos un equipo que va primero y queremos ser un poquito más grande».

En cuanto a lo institucional, esta semana se cumple el nuevo plazo dado por Álvaro López para firmar las escrituras del traspaso del Cacereño.