El Cacereño viaja hoy a Lepe, donde esta tarde (18.00 horas) se mide al San Roque con la intención de volver a la senda de la victoria ante un equipo virtualmente descendido para certificar la permanencia en Segunda División B, al menos por la vía estrictamente deportiva.

El grupo de Julio Cobos quiere terminar de la mejor manera posible la campaña, como ha advertido y deseado el técnico. "Hay que quedar en la mejor posición que podamos e ir al máximo en cada partido", ha repetido en sus comparecencias públicas de las últimas semanas.

No podrá ser donde se ha querido, que era entre los cuatro primeros y disputar incluso el ascenso, ni tampoco para jugar la Copa del Rey, pero al menos se pretende acabar de la mejor manera un año que se considera bueno, ya que se conseguirá la permanencia, que era el primer objetivo planteado. De todas formas, ni de eso se fía el propio entrenador, quien recuerda que matemáticamente la salvación no está confirmada al cien por cien.

Después de siete partidos sin vencer, el globo del Cacereño se ha deshinchado en este momento clave. Plagado de lesionados --el último el defensa Rubén Palero, con un esguince-- el equipo está ofreciendo una buena cara, aunque no resultados. Esta tarde volverán José Fuentes, Santi Amaro y Mario Carrizosa, pero faltarán Raúl Medina, Gonzalo, Juli Ferrer, Checa... muchos hombres claves para una temporada que, en verdad, se está haciendo demasiado larga.

Tampoco estará en San Roque el portero Vargas, que el pasado domingo estuvo en el banquillo como suplente del canterano Miguel, que cederá su puesto a José Fuentes, al menos sobre el papel. Desde el club aseguran que tenía problemas físicos.