Una luz roja incandescente está encendida en el Cacereño desde hace semanas, por lo que poco dramatismo se puede añadir más a su visita al Celta B (12.00 horas). A estas alturas, último en la clasificación y con solamente cuatro goles marcados en diez jornadas, da casi igual que el rival que esté enfrente sea el líder, como es el caso, o un rival directo de la zona baja. El conjunto de Manolo Sánchez se tiene que poner a sumar con continuidad o se incrustará en el sótano de la clasificación para no salir ya.

Como es habitual, el entrenador se esfuerza en lanzar mensajes positivos antes del choque, intentando dar una imagen de invulnerabilidad que nadie sabe cuánto durará. Se dudaba de que continuase en su puesto si perdía los dos últimos encuentros y los perdió, aunque no fue destituido, por lo que pase este mediodía en caso de un nuevo tropiezo es una incógnita.

TOMAS, NO "El Celta B es el mejor rival que nos podía tocar. Creo que vamos a dar la sorpresa. Es un partido con muchos alicientes", comenta Manolo, que finalmente se ha dejado en casa a Tomás, cuyas molestias musculares no han remitido y se une a una enfermería en la que Rai parece encadenado. El otro descartado --este por decisión técnica-- es el central Rives, además del sancionado David Rocha.

Por lo demás, no se prevén grandes cambios en la alineación respecto a la derrota ante el Universidad de Las Palmas, empezando por la continuidad como ariete titular de Mauri. No queda otra opción a no ser que Luismi adelante su posición y sea el nueve , una estrategia apuntada en el segundo tiempo del último choque pero que está descartada al menos de inicio hoy.

Enfrente estará el filial vigués, que únicamente ha cedido dos puntos en casa en lo que va de liga. Hasta el momento se ha mostrado como la escuadra más regular del grupo I. "Es un equipo sólido, muy equilibrado, pero sobre todo con jugadores que en cualquier momento te pueden ganar el partido en una acción aislada", analiza el preparador verde, al que le preocupa especialmente la velocidad del escocés Ikechi Anya. Dice "tener claro" cómo va a jugar el Cacereño. "Lo que espero es que los jugadores se dejen el alma. Las victorias tienen que llegar, porque el fútbol nos ha quitado mucho y nos lo tiene que devolver. Ya vendrán tiempos mejores", remarca.