Nadie sabe si mejor o peor, pero el Cáceres Patrimonio de la Humanidad que saltará esta noche a la pista central del Multiusos para medirse al Levitec Huesca (21.00 horas) será bastante diferente al que, hace dos semanas, perdió con claridad ante el Força Lleida. La llegada en los últimos días de dos jugadores llamados a ser importantes como Dan Trist y Bakary Konate se une a la ausencia de hombres que hasta ahora han sido fundamentales como Cole Huff --temporalmente, porque no ha logrado poner en regla sus papeles en Estados Unidos-- y Víctor Serrano, ya definitivamente fuera para hacerle hueco a los nuevos.

Lo que no será diferente en el Cáceres es la necesidad de victoria para ir saliendo de abajo. En una temporada en la que han abundado las desgracias y los malos resultados, va urgiendo sumar en la batalla por evitar el descenso. Trist y Konate, como en su momento fueron los fichajes de TJ Sapp y el propio Huff y el cambio en el banquillo de Roberto Blanco en el lugar de Ñete Bohigas, tienen la misión de ejercer de revulsivos.

El propio Blanco decía ayer que se respira otro ambiente desde que han llegado sus dos últimas incorporaciones. «Tras una semana de muchas novedades y nuevas incorporaciones, de un trabajo muy intensivo, llegamos con ilusiones renovadas en cuanto lo que nos espera por delante. Los nuevos, a pesar de que llevan pocos entrenamientos, han venido con una predisposición muy grande. Se les ha acogido con gran entusiasmo», comentó.

Como era de prever, bombardeó de elogios a Trist y Bakary, a los que se podría unir en el debut José María Balmón, fichado en teoría para el filial, el Torta del Casar, pero que está ayudando en el primer equipo.

El técnico se mostró optimista al máximo («tenemos herramientas suficientes para afrontar el partido y poder ganarlo») e invitó al aficionado a que se acerque al Multiusos. «El que venga, se va a divertir», pronosticó.

Y es que, aparte de que las caras nuevas siempre suponen un estímulo, enfrente estará el equipo revelación de la temporada en la LEB Oro, un Levitec Huesca que, aunque marcha séptimo, lleva el mismo balance que el tercero. Se trata de un equipo sin grandes nombres y un presupuesto modesto, pero que está brillando. Justo el papel que le hubiese gustado escenificar al Cáceres esta temporada y no ha podido.

«Es uno de los equipos que mejor juega al baloncesto en la liga, dinámico y versátil. Tiene jugadores de mucho talento. Se puede mencionar a todos porque han hecho un grupo muy cohesionado», analizó Blanco, contento de la comunicación que está detectando ahora en su escuadra. «Todo son ideas, buenas palabras y buenos actos. Estamos haciendo un trabajo muy intensivo de unión del grupo», comentó.

El propio técnico asumió que, cuando se hizo cargo del equipo, se produjo «un cambio de chip que por desgracia fue muy cortito». Ahora, mantuvo, ve a los jugadores «con esa misma intensidad, ese rictus en la cara. Los nuevos han insuflado energía y aire fresco al equipo- Hay muchas cosas que hay que mejorar, pero están al nivel que yo imaginaba que podían estar».

EL DISGUSTO DE HUFF / Una semana de parón en la liga no ha sido suficiente para que Huff gestione su documentación laboral en California para poder jugar sin problemas. Sí lo logró Sapp en Miami. Según contó Blanco, Huff está «muy frustrado» por no haber podido regresar a tiempo. «Estamos preocupados por él en lo deportivo y en lo personal. Está muy comprometido con el equipo y sabe que la situación no es la mejor para que no esté», comentó. Eso sí, no descartó del todo que la situación se arregle a última hora y llegue ‘in extremis’ para el choque ante el Huesca.

Sí estará Angelo Chol, baja en los dos anteriores encuentros frente a Tau Castelló y Força Lleida por una rotura fibrilar que le está costando recuperar más de la cuenta. Otro que no está a tope es Niko Rakocevic, que sale de una severa gastroenteritis que le ha hecho trabajar a menor ritmo que sus compañeros.

Blanco no renuncia a su ideario («llegué aquí diciendo que íbamos a correr, a presionar, a jugar a un ritmo altísimo»), pero matizó que eso se trató de «un mecanismo del entrenador al llamar a la puerta por primera vez y luego irlo moldeando». Y asumió que se necesita «algún cambio de dinámica mental», pidiendo evitar las «soluciones rápidas» cuando hay problemas. «Los jugadores deben saber si esto es el trabajo o si es la pasión de sus vidas», concluyó.