Seguramente muchos recuerden la exhibición de taekwondo que acogió Cáceres el sábado por la imagen de un niño, de no más de tres años, mostrando, con su pequeño kimono, unos movimientos depurados de este milenario arte marcial. Su rostro de concentración hizo las delicias de los espectadores que prácticamente llenaron el pabellón de la Ciudad Deportiva. La iniciativa, impulsada por la Federación Extremeña, tenía como objetivo mostrar el excelente estado de salud del deporte en la región y presentar, de paso, todas las credenciales para que la capital cacereña acoja el próximo año el Campeonato de España.

La idea ya tiene las bendiciones de todos. Manuel Colmenero, presidente de la Federación Española, viajó hasta la ciudad para comprobar in situ la capacidad de convocatoria del maestro coreano Kim Young Goo, afincado en Cáceres desde hace veinte años y auténticamente venerado por sus alumnos. Más de 200 luchadores de toda la región participaron en la exhibición; treinta coreanos que viven en España también le dieron espectacularidad y brillantez a una cita abierta para todos los niveles, con ejercicios de potencia, habilidad... También hubo una demostración de hapkido, un arte marcial basado en la defensa personal. Y muy buen rollo , fundamentado en la palabra que mencionan todos taekwondistas cuando se les pregunta por un deporte que trasciende de lo que ocurre en el tatami: respeto.

POLITICOS Y JOVENES

La segunda parte del día más importante del taekwondo extremeño llegó después, con una cena-gala que se celebró en el Hotel Ceres Golf. Kim --exsubcampeón del mundo, presidente de la federación regional y dueño de un emblemático gimnasio cacereño-- arrancó del alcalde de la ciudad, José María Saponi, la promesa de que se hará todo posible por tener ese ansiado Campeonato de España. La Junta de Extremadura y hasta la embajada surcoreana en España enviaron representantes a la cita, en la que niños y mayores compartieron ilusiones de futuro respecto a una actividad que les apasiona.

Un botón de muestra: Felipe, de 20 años, lleva 13 luchando. "Es una forma de vida, basada en el compañerismo y el respeto mutuo, que te ayuda a sentirte bien", afirma. Sus compañeras María, Manuela, Noelia y Mercedes asienten. Ninguna supera los 20 años y todas empezaron cuando aún tenían cuatro o cinco. "Engancha, te da seguridad", cuenta Mercedes. Su entusiasmo hacia el maestro Kim es difícilmente disimulable. Muchos padres acuden a él para que hable con sus hijos y les obligue a estudiar. Fran Rosado, bronce en Campeonato de España y estrecho colaborador suyo, lo resume de un modo directo: "el taekwondo es una filosofía, va mucho más allá de lo que suceda en la lucha".