Prematuramente contra las cuerdas, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad disputa esta noche (21.00 horas) uno de los partidos más tensos de su reciente historia. Con cuatro derrotas en otras tantas jornadas de la LEB Oro 2016-17, recibe al Prat con la obligación de darse por fin un respiro dentro de una temporada en la que absolutamente todo está saliendo mal.

El equipo verdinegro recuperó un poco de autoestima el martes ante el Unión Financiera Oviedo, pese a la derrota por 88-78, pero todavía huye de la fantasmagórica imagen que ofreció unos días antes en el mismo escenario que el encuentro de hoy. Aquel 50-113 frente al Cafés Candelas Breogán ronda en las cabezas de los jugadores, que hoy deberán sacar lo mejor de sí mismos, algo que todavía no han hecho, con la idea de superar a un rival que ha empezado bastante mejor que ellos (balance 3-1).

El mensaje oficial del club es de tranquilidad, de reconocimiento de las dificultades que ha habido hasta ahora y de la propia debilidad de la plantilla debido a un presupuesto reducido. Sin embargo, la tentación de pensar que podría haber movimientos en el caso de un nuevo fracaso (dependiendo del ‘cómo’, más que del ‘qué’) resulta inevitable.

Como suele ocurrir en estos casos, el entrenador ha sido apoyado públicamente por la directiva en boca de su presidente, José Manuel Sánchez. Sin tapujos, además. Y el propio Ñete Bohigas ha asegurado que el club no se ha movido en el mercado más allá de mantenerse informado sobre posibles incorporaciones. «Siempre nos movemos por lo que pueda pasar, pero estamos tan precarios a nivel de pasta que solo pienso en trabajar con lo que tenemos», apuntó ayer.

NO LLORAR MÁS / Bohigas inició su habitual comparecencia pre-partido ante los medios intentando transmitir normalidad y con una frase rotunda: «Ha llegado el momento de dejar de quejarse por todo lo que nos ha pasado hasta ahora. Hemos hecho dos buenas sesiones de entrenamiento y veo a la gente muy implicada».

Su defensa al vestuario resultó taxativa y volvió a referirse a factores anímicos para explicar lo que está sucediendo. «El equipo va a más, pero necesitamos la calma y el sosiego necesarios para ponerlo en práctica. Estamos tocados», apuntó, pidiendo «quitarnos de la cabeza que la última vez que jugamos aquí perdimos por un montón de puntos». También destacó que ahora solo escucha «a la gente que suma».

A Bohigas se le preguntó especialmente por un jugador de los que se espera mayor rendimiento, el lituano Zygimantas Riauka. «Está pasando el mismo proceso que en su momento tuvo Rolandas Jakstas, con la diferencia de que este lo hizo en Plata y luego le convertimos en una estrella de Oro. Riauka jugaba la temporada pasada como ‘5’ y ahora estamos intentando que lo haga en posiciones más exteriores. Le está costando, aunque no le faltan las ganas. Yo creo que incluso a veces pone demasiadas». Sobre otro de los pívots, el gigantesco islandés Ragnar Nathanaelsson, pronosticó que «en dos o tres meses habrá subido bastante su nivel, porque viene una liga en la que se juega completamente diferente, al igual que JC Fuller».

En todo caso, lo que puso de relieve es que hoy «hay que ganar, por encima de que compitamos o no, de que juguemos bien o mal. Es algo que en un situación así me da completamente igual». Enfrente estará un Prat que, definió, «mezcla bien a la gente joven y a los veteranos, gente que les da el salto de calidad como Pep Ortega, Xavi Forcada y Piru Ros».

Aunque ha arrancado batante bien, el filial del Joventut viene también de perder. En su caso lo hizo en casa ante el San Pablo Burgos (65-73). No es un equipo que traiga buenos recuerdos al Cáceres, al que eliminó en los playoffs de ascenso a Oro en la temporada 2013-14. Pero eso, como todo, ya es pasado: lo único que vale ahora es salir del agujero y, por lo menos, emerger del último puesto. Magia Huesca y Calzados Robusta tampoco han ganado.