Más ambición, mayores miras. Es el sueño del Cáceres Patrimonio de la Humanidad para la próxima campaña, en la que, salvo sorpresa, continuará en la LEB Oro. El club maneja desde hace meses construir un proyecto que pueda ascender un escalón en la clasificación respecto al noveno puesto de la presente campaña.

Por ahora, es solo una conversación que se ha repetido entre los principales directivos últimamente: trabajar a largo plazo con los jóvenes valores del club pero al tiempo poder traer a jugadores de una cotización algo superior a los de las últimas campañas. Incluso, y con aparente seriedad, se ha llegado a comentar la opción de aspirar al ascenso a la Liga Endesa siempre que se suprimiese el canon de acceso. Es algo que está en cuestión tras un dictamen de la Comisión Nacional de la Competencia en la que lo considera ilegal.

Como siempre, todo pasará por la financiación, pero el optimismo manda por ahora en la cúpula del club, que está satisfecha del regreso a la LEB Oro. Ahora se ha abierto un periodo de reflexión y de calibrar los apoyos que pueden conseguirse para, como mínimo, que el objetivo sea entrar en los playoffs y no solo lograr la permanencia.

¿Y BOHIGAS? Antes que casi nada, el Cáceres tendrá que definirse sobre la continuidad de Ñete Bohigas. No ha habido ningún pronunciamento oficial sobre si interesa que el entrenador se mantenga en el banquillo, a pesar de que, al menos aparentemente, las metas que se le habían marcado se lograron con creces.

Será él o el próximo técnico el que marque la pauta con la confección de la plantilla. Tiene contrato Carlos Toledo, mientras que otros jugadores se consideran ya de la casa , como José Marco, Luis Parejo y Guillermo Corrales. Más difícil será retener a Rolandas Jakstas tras su gran temporada. También hay que evaluar qué tal se recuperan de sus lesiones Mansour Kasse, Aña Cruz y Ben Mockford.