José Manuel Calderón fue la gran estrella del Día del Mini, un evento que llegó a su decimotercera edición celebrándose por primera vez en Castuera. Su presencia fue un regalo añadido para los jóvenes participantes, que no se podían creer estar tan cerca de él.

El jugador de los Toronto Raptors, que pasa unos días en su localidad natal, Villanueva de la Serena, después de concluir la temporada de la NBA, firmó innumerables autógrafos a muchos de los más de 1.100 niños presentes, que le recibieron con una adoración máxima.

Hubo momentos en los que su presencia generó una auténtica locura que costaba ser frenada. Todos querían una firma o hacerse una fotografía con el que se ha convertido en el gran icono del deporte extremeño después de cuatro años en la mejor liga baloncestística del mundo. Su respuesta --acompañado por su padre-- fue siempre una sonrisa, pese al agobio que se puede intuir en este tipo de citas multitudinarias.

El acontecimiento tuvo el habitual barniz de diversión general relacionada con el deporte de la canasta. A los 1.123 niños inscritos se unieron árbitros y técnicos, además de la acostumbrada presencia de muchos de los padres.

El Salón Ovino

Fue una fiesta del minibasket, adaptándose un escenario no deportivo como el Salón Ovino de Castuera. Allí se instalaron once canchas y dos más en el Pabellón Municipal, situado a 200 metros. Todo el día hubo partidos. El ayuntamiento de la localidad colaboró estrechamente con la Federación Extremeña para que todo saliese a la perfección.

También se contó con actividades paralelas como hinchables, karaoke, juegos, talleres... Además, los niños recibieron una bolsa de picnic y un regalo para cada uno.