El Cáceres militaba en la ACB. El protagonista, un joven de 17 años, de nombre Dani Callejo, había sido fichado del Círculo Badajoz y se le había hecho un contrato largo, tras considerársele como el nuevo Raúl López del baloncesto nacional. "Cuando tenía su edad, no tiene nada que envidiarle", dijo entonces su mentor, Alfred Julbe.

Tres años después, el Cáceres no está en la ACB, la antigua sociedad anónima está en liquidación, se ha fundado un nuevo club para poder seguir en LEB y Dani Callejo milita, de nuevo, en el club de su ciudad, el ahora Cosmópolis Badajoz.

Pasado el tiempo, el jugador ha puesto una demanda contra su antiguo club y su heredero , reclamándoles una indemnización y daños y perjuicios. Lo hizo ayer en el juzgado de lo social número 2 de Cáceres, y su reclamación tiene una cifra: 60.000 euros (10 millones de pesetas), basándose en que aún le restaban por cumplir dos años.

Sin plazos

Pero el antiguo Basket Cáceres defendió ante el juez que el jugador no pidió la carta de despido en su día y que, desde julio, está acreditado que se había comprometido con el Círculo Badajoz, como demuestran los documentos periodísticos aportados por la defensa en el juicio de ayer.

Pero ahí no termina la historia. El Basket Cáceres ha contraatacado por la demanda interpuesta y, a su vez, ha denunciado al base-escolta reclamándole una cantidad astronómica: 1,8 millones de euros (300 millones de pesetas). ¿La cifra? Corresponde a la cláusula de rescisión que, en su día, puso el Cáceres al jugador.