Diecisiete partidos: diez victorias, siete derrotas. En el fondo, es el único dato que cuenta en el Cáceres 2016 desde que lo entrena Gustavo Aranzana. El técnico cumplió el viernes ante el ViveMenorca una vuelta entera en el banquillo, una etapa caracterizada por la gran competitividad que ha transmitido a sus jugadores ante los grandes y las decepciones que ha protagonizado con rivales de la zona media-baja. Encontrar la regularidad es el objetivo para el emocionante esprint en la LEB Oro.

Octavo lugar... que pudoser mucho mejor

Actualmente, el Cáceres 2016 es octavo, dentro de la zona de playoff , cumpliendo el objetivo que se había impuesto públicamente a principios de temporada. La paradoja llega cuando se escudriña contra quién ha ganado y contra quién ha perdido Aranzana para poder escalar cuatro posiciones respecto a cuando cogió el equipo.

Los extremeños han ganado a cinco de los siete equipos que le anteceden (CAI Zaragoza, Burgos, ViveMenorca, La Laguna y Breogán), cediendo únicamente en choques a domicilio ante Melilla y León. Un crédito que no aprovechó del todo al defraudar frente a rivales de la zona media-baja, especialmente en las derrotas en casa ante Mallorca, Palencia y Tenerife y en la reciente visita al Clínicas Rincón. Habiendo ganado al menos dos de esos cuatro partidos estaría empatado en el cuarto puesto.

Plantilla con la espinadorsal muy renovada

Para poder crecer, Aranzana ha necesitado otras caras, reformar un vestuario con demasiadas grietas. Durante sus primeros partidos se detectaron prácticamente los mismos problemas que bajo la dirección de su antecesor, Manuel Hurtado: extrema irregularidad en el puesto de base y poca fuerza en los pívots. Aunque esté atravesando ahora un bache, Carlos Cherry fue la solución para el primer problema, relegando a Perico Sala y sobre todo a Alex González y provocando la cesión de Pavel Ermolinski. Y en cuanto al juego interior, primero Ira Newble --cortado por su falta de adaptación personal-- y ahora Shawn Taggart --con irrelevante aportación hasta ahora-- ocuparon el puesto de Randy Holcomb. Mientras, se añadieron centímetros no exentos de muñeca con la llegada de Kaspars Berzins y la salida de Diego Guaita.

El único puesto que no se ha tocado ha sido el de alero, en el que el reparto de roles continúa siendo muy parecido: Francis Sánchez y Lucio Angulo titulares y con mucho tiempo en cancha y Gio Dedas y Xavi Forcada ejerciendo de complementos.

Aparente equilibrio entrela defensa y el ataque

Pocos saben asegurar si el Cáceres de Aranzana es más un equipo defensivo que ofensivo o viceversa. Sus mejores victorias han llegado por distintas vías, tanto resguardando con solvencia su propio aro --el viernes ante el ViveMenorca (75-61)-- o atacando con acierto el contrario, como ante el Breogán (91-90). Las estadísticas confirman la ambigüedad: es el undécimo mejor de la liga tanto en puntos anotados (73,4 de promedio) como recibidos (74,9).

Lo que no ha variado es que aún cae en grandes apagones que minan sus posibilidades --ante Mallorca o Clínicas Rincón--, aunque también se han producido enormes remontadas, levantando 20 y 16 puntos a Girona y Breogán, respectivamente.

La selección de tiro ha mejorado. Los porcentajes son aceptables en los de dos (52%) y los libres (75%) y algo más bajos en triples (32%), pero la debilidad en el rebote es clara: 30,6 por partido, el cuarto peor de la competición. Por el contrario sitúa al Cáceres como líder en tapones (3,6) gracias sobre todo a Drew Naymick (1,8).

Futuro inmediato pararesolver incógnitas

En la carrera por el playoff , el equipo vive una fase exigente del calendario, aunque se haya demostrado que eso le da un poco igual. Esta semana tendrá dos citas difíciles, el miércoles en La Laguna y el domingo en casa ante León. Luego llegarán Mallorca, Palencia, La Palma (fuera) y Burgos, Vigo, Ourense y Cornellá (casa).