Hasta el Mundial de Italia de 1990, el fútbol africano tenía una presencia testimonial. Ese año, los leones indomables de Roger Milla enamoraron al mundo. Antes, la máxima figura africana había sido el argelino Rabah Madjer. Un equipo memorable fue la Nigeria del Mundial del 94, las águilas verdes de Finidi, Amokachi, Amunike y Okocha. 1994 supuso el primer Balón de Oro para un africano, George Weah. Actualmente, Didier Drogba y Samuel Eto´o son el faro de la nueva generación y pisan fuerte Kanouté, Keita, Diarra, Touré, Kameni, Zokora, Adebayor, Eboué, Pienaar, Essien, Muntari, Kalou, Boka, Martins, Zuma y Pitroipa.