Félix Campo ha puesto precio al Cacereño. Al menos, precio de salida . La cifra ronda los 2.240.000 euros (400 millones de pesetas) y ha sido escuchada, al menos, por el principal interesado en la compra del club, el presidente del Díter Zafra y empresario Antonio Martínez Doblas, quien a su vez ha trasladado a Campo su oferta, que no supera la mitad, según ha conocido EL PERIODICO EXTREMADURA de fuentes cercanas a la negociación.

Campo, que en el último mes ha insistido en que no quiere desprenderse del club, se lo piensa. No dice nada públicamente e incluso ha acordado el fichaje del entrenador para la próxima temporada, el emeritense Bernardo Plaza. Sin embargo, su desmotivación, acrecentada con el último revés judicial ante el expresidente Angel Carrasco (al que tendrá que pagar casi 600.000 euros, 100 millones de pesetas) pueden hacerle reflexionar. Campo, enfrascado en sus negocios, ya no es feliz en el Cacereño, un club al que aspiraba ascender a Primera y al que ha llevado a Tercera.

Y en medio de la desilusión, sigue estando latente el interés de Angel Marcos, que acaba de ascender con el Díter Zafra y que ha convencido a su amigo Martínez Doblas para que, al menos, trate de invertir en el Cacereño para un proyecto deportivo que el propio entrenador considera "serio". "El Cacereño es el club que mejor futuro puede tener de toda la región extremeña", ha dicho.

Martínez Doblas confiaría en Marcos para que pusiera en marcha el proyecto, que completaría "gente de Cáceres", según el técnico. El sería el director deportivo y habría empresarios respaldando la operación.

LAS CIFRAS Félix Campo ya ha hecho saber a Doblas su intención en, al menos, una de las reuniones informales que han mantenido y en la que se ha tocado el tema --ha habido otra con Marcos--. Las cifras de partida están condicionadas: el presidente del Cacereño pide 2.240.000 euros (400 millones de pesetas), incluyendo el bingo del club, aunque también puede haber dejado abierta la posibilidad de que, sin bingo, la cifra baje hasta un poco menos de la mitad (algo más de un millón de euros), opción que ha negado el propio Campo. En ese tira y afloja puede estar la llave de la operación. La solución no es en absoluto fácil, pero está ahí viva.

Martínez Doblas y Marcos, tratados como héroes en Zafra tras el ascenso a Segunda B del domingo, están en un compás de espera. El presidente del Díter desligaría su continuidad al frente del club azulino del proyecto del Cacereño, aunque el empresario ha resaltado que no está dispuesto a continuar en la presidencia debido a la falta de ayuda del ayuntamiento segedano.

Marcos quiere, por primera vez en los últimos 26 años en el fútbol extremeño, dejar el terreno de juego y los banquillos para dirigir el club desde la dirección deportiva. "Yo a Félix Campo se lo he dicho ya muchas veces: él se ha equivocado en lo deportivo", ha afirmado, confiando en que él y sus colaboradores puedan hacer renacer al Cacereño. Sólo resta ponerse de acuerdo en el dinero, si no se da un paso atrás por alguna de las partes.