Hasta ahora, no ha sido un problema importante, al menos de cara a la opinión pública, pero ya está siendo una coincidencia generalizada las quejas de entrenadores contrarios y también de jugadores, propios y ajenos. El lamentable estado del césped del Príncipe Felipe frena la posibilidad de hacer buen fútbol y en ello se insiste como un aditivo más al dificultoso funcionamiento de la propia entidad. El técnico, Manolo Sánchez, no quiso escudarse el domingo en esta dificultad añadida, pero está ahí y se ha pensado incluso en soluciones.

"Hay que tener en cuenta la tormenta del otro día. También que se entrena ahí". El consejero delegado del club, Antonio Martínez Doblas, resta importancia al asunto, pero el Cacereño lleva sufriendo las deficiencias del césped desde hace muchos años. Se han buscado soluciones durante mucho tiempo, e incluso se pensó la posibilidad de que se cambiara a césped artificial. Sin embargo, y tal como dice el propio Doblas, "es muy caro", por lo que se terminó desechando la opción. En efecto: la operación costaría 360.000 euros, según estimaciones del propio club.

Hay añadidos que hacen que el Cacereño lastre otros problema: desde el pasado año, la finalización del convenio de la concesión del ayuntamiento con Canal de Isabel II hace que el club tenga que pagar todo el agua que se consume para el mantenimiento del césped. Doblas calcula que este gasto supone entre 30.000 y 40.000 euros anuales, lo que eleva el presupuesto de mantenimiento de las instalaciones del estadio Príncipe Felipe a cerca de los 200.000 euros anuales.

El empresario segedano pide, en cualquier caso, fijarse en los resultados e intentar remediar este problema ya desde mañana mismo en el estadio del Montañeros (18.00 horas). "Hay que centrarse en lo deportivo y tenemos que ir a ganar a Galicia", incidió, convencido de la mejoría del equipo.