Les dije que no, que yo estaba muy bien aquí y que, además, tenía contrato". José Carlos Romero, Checa , centrocampista del Cacereño, reconoció ayer que ha recibido varias ofertas en los últimos dos meses para marcharse del club verde, pero que las había declinado todas.

"Ni ahora ni después. A mí se me está valorando mucho aquí y ni me lo he planteado". Checa es rotundo en sus manifestaciones a este diario, que conoció ayer que tres clubs, el Alavés, el Cádiz y el Cartagena, a través de distintas vías, se han puesto en contacto con él para firmar en el mercado de invierno.

"Son clubs importantes y me gusta que se me valore, pero ni siquiera he analizado sus propuestas", insiste Checa, que no quería extenderse en sus manifestaciones porque asegura que "lo importante para mí es seguir haciendo un buen año con el Cacereño". Con el club extremeño tiene firmado un contrato por ésta y otra temporada más, aunque cabe la posibilidad de que este vínculo sea ampliado en un futuro próximo, algo que él mismo asume que se ha tratado.

El primer acercamiento, y quizá el más directo, fue el del Cartagena, también del grupo IV de Segunda División B, después del partido de La Rosaleda en Málaga en Copa del Rey. Y fue muy claro y explícito. El ya extécnico departamental, Pato, le llamó por teléfono. La respuesta del centrocampista sevillano fue contundente: "no", aunque, como en todos los casos, ello supondría incrementar notablemente su nómina como futbolista profesional.

COMPROMISO "Es un crack, un grandísimo jugador", dice Antonio Martínez Doblas, consejero delegado del Cacereño, sobre el 6 verde, que firmó él directamente en el mes de junio. "Es un tío muy comprometido, y es normal que con la temporada que está haciendo que despierte interés en otros clubs", insistió.

"Somos unos privilegiados", añade por su parte el propio Checa, por sentirse valorado en el club y humildemente agregar que puede contar con "tener trabajo", al tiempo que considera muy positivamente el trato que está recibiendo del club y la afición, que le considera uno de los jugadores más determinantes en la buena marcha del equipo.

Además, está el factor personal. La propia ciudad también está siendo decisiva para el futbolista, reconociendo que tanto su mujer como él "estamos muy tranquilos, vivimos muy bien, estamos muy a gusto".

La carrera de Checa, de 29 años, se ha caracterizado sobre todo por militar en numerosos clubs de la Segunda División B, al punto de que en solo uno de ellos, el Lanzarote, ha estado durante más de un año. Ahora quiere, al menos, igualar ese particular récord en el Cacereño.