Pese a la exhibición ante el Athletic de Bilbao (3-0), el Barcelona quedaría por detrás del Valencia y del Sevilla si mantiene las constantes de juego que han caracterizado al actual campeón hasta el ecuador de la competición. Lo revela un análisis sobre la eficiencia de los equipos de fútbol de Primera División, realizado incluso antes de la derrota del Bar§a en Mestalla (2-1). El informe ha sido elaborado por un equipo de docentes de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia, coordinados por Ramón Sala, profesor del departamento de Matemática para la Economía y la Empresa.

"Es el resultado de analizar un conjunto de acciones de los equipos: remates a portería, centros al área, minutos de posesiones de balón y jugadas realizadas dentro del área, para producir puntos y goles", asegura Sala. Esta combinación de variables produce unos índices de eficiencia que, de manera simple, pueden interpretarse en "cómo alcanzar el mayor rendimiento utilizando los menores recursos". Se han calculado los índices de eficiencia en cuatro casos: eficiencia ofensiva en casa y fuera de casa, eficiencia defensiva en casa y fuera de casa.

Fiabilidad En temporadas anteriores los resultados del estudio se aproximan a la clasificación final entre un 80% y un 90% por ciento de los casos. "El campeón de la Liga siempre ha sido el más eficiente en, al menos, tres de los cuatro casos analizados, pero esto no se ha producido en la primera vuelta de la Liga, en la que ningún equipo ha alcanzado la máxima eficiencia en tres casos", añade Sala.

Según los scores de eficiencia, los mejores equipos en casa han sido Barcelona, Getafe y Sevilla, pero Atlético y Madrid han obtenido los mejores resultados lejos de su estadio. De continuar así la competición --y en base a la experiencia de las últimas cuatro temporadas--, descenderían Mallorca, Levante y Nástic, mientras que el Valencia se proclamaría campeón, seguido del Sevilla y del Bar§a. Por detrás, quedarían Getafe, Madrid, Recre y Osasuna. ¿Por qué el Valencia? "A pesar de que solo ha sido eficiente en el aspecto ofensivo en casa, tiene índices cercanos a la unidad en los restantes apartados; ello le proporciona una consistencia en el análisis, que le otorga la mayor posibilidad de ser campeón".

El modelo analítico fue puesto en práctica, en el fútbol, por primera vez hace cuatro años, cuando estos profesores de matemáticas y de economía compararon la eficiencia de la Liga española y el calcio en la campaña 2001-2002. Con Ramón Sala han colaborado, en otros trabajos, José Emilio Boscá, Vicente Liern y Aurelio Martínez.

El último Mundial de fútbol fue otro escenario para ensayar el modelo matemático. A partir de la segunda fase, cuando se seguía esperando una demostración de Brasil o un duelo de poderes entre Francia y Alemania, Italia ya empezaba a ocupar los primeros puestos en los casilleros de la eficiencia, "mediante el cálculo del potencial de cada uno de los equipos, bajo supuestos de mínima actuación y mayor rendimiento". Casi nadie habría apostado por Italia como campeón, pero este tipo de análisis lo hizo y acertó: las matemáticas no fallaron.