El esperado final de la temporada de la LEB Oro en los despachos ha dejado en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad una sensación «agridulce», como dice su presidente, José Manuel Sánchez, que expone también las dudas de futuro en un contexto donde las ayudas públicas pueden sufrir a causa del coronavirus. «Está todo en el aire», dice, haciendo no solo referencia al aspecto económico, también a las condiciones en las que se disputará la próxima temporada: número de equipos, fechas, público en los pabellones...

La doble sensación que genera el final de temporada sin playoff de ascenso es positiva por no tener que poner en riesgo la salud de la plantilla ni sus familias, pero de «tristeza por no haber podido luchar en la pista y refrendar sobre la cancha la buena temporada que estábamos realizando», dice el dirigente verdinegro.

Añade así mismo que la decisión tomada el lunes por la comisión delegada de la FEB ya la intuían («existían muchos condicionantes, tanto sanitarios como económico y deportivos, que dificultaban mucho poder disputar este playoff») y cree incluso que la federación la podía haber tomado incluso antes. «Nos hubiese gustado darle una alegría a la afición, pero hay que ser realistas y la mejor solución es esta», repite.

En un comunicado, el club agradece a todos los aficionados, patrocinadores, colaboradores y voluntarios el apoyo recibido durante la competición, «sufriendo y disfrutando día a día con un equipo que ha despertado mucha ilusión y esperanza». «Deseamos que todos los aficionados se encuentren bien y queremos agradecerles el apoyo y la comunión que ha existido esta temporada, que esperamos que continúe si el equipo encuentro los apoyos necesarios para la próxima temporada».