Cuentan que la reunión del comité de crisis del Barça, el pasado martes, fue tremenda. La situación provocó desesperación en más de un ejecutivo, conscientes todos ellos de que si el volcán islandés Grimsvötn no cesaba en su actividad iba a provocar un auténtico caos, unido a un enorme desencanto entre la parroquia culé, que se vería impedida, en su mayoría, a trasladarse a lo largo de este fin de semana a Londres para acudir a la gran final.

Tan solo 24 horas después, la situación ha dado un vuelco casi absoluto. La lista de aficionados con entrada para Wembley que se han apuntando al viaje de casi 24 horas en autocar es muy pequeña, lo que significa que el cese de la actividad del Grimsvötn va a permitir que el Barça, Halcón Viajes y el resto de agencias que han preparado vuelos chárter para los aficionados azulgranas van a poder cumplir con todos sus compromisos y el equipo de Pep Guardiola no estará solo en Wembley. "Aún no podemos cantar victoria --señaló un portavoz barcelonista a media tarde de ayer-- pero el panorama ha cambiado radicalmente del martes al miércoles. Los que saben de esto nos dicen que el cielo está mejorando y que, pese a que la nube de ceniza aún afecta algo al norte de Inglaterra, Alemania y Dinamarca, todo parece indicar que nuestros aviones podrán volar el viernes, el sábado y el domingo. Pero aún hay que esperar a que el pronóstico se confirme".

VUELO BARCELONISTA El inmenso Boeing 777-300ER de la compañía Turkish Airlines, que el pasado martes fue especialmente pintado con los colores del Barça e imágenes de los jugadores culés en el aeropuerto turco de Atatürk, y que, en principio, tenía previsto llevar al equipo a Londres hoy, viajará a la capital inglesa con la directiva azulgrana casi al completo, al igual que otros 150 vuelos, que partirán desde las terminales de El Prat.