«¿Cómo andáis? ¿Estáis cansados?» Son las diez de la mañana en los campos Manuel Sánchez Delgado y el Cacereño retoma los entrenamientos tras dejar atrás el sueño copero y dos días de asueto. El entrenador, Julio Cobos, está feliz. Se le nota en el tono, pero avisa que hay que pasar página.

Borja García está entre los que entrenan, aunque no estará el domingo ante el Arroyo por culpa de una hernia origen de todos sus males. Tampoco Murci, que se va al gimnasio tras formar parte de la charla. «Este partido no, a lo mejor el siguiente», dice el máximo goleador del CPC.

El ambiente es positivo tras el sobresaliente duelo ante el Eibar, pero se insiste en que hay que volver a la realidad de la Tercera con el primer objetivo de ser campeones para encarar la fase de ascenso de la mejor manera posible.

«Ahora hay que pensar en el Arroyo». Cobos cambia el tercio para mentalizar a los suyos de que no será fácil el próximo compromiso. El objetivo es ganar a un equipo que, en el inicio de temporada, en la ya olvidada crisis de resultados verde, le eliminó de Copa Federación y que le ganó en el Municipal con tanto de Dani Ollero en el minuto 90. El cuadro de Miguel Ángel Ávila llegará sin presión y a la expectativa de una bajada de tensión verde, circunstancia que no quiere que se de su colega.

El Arroyo llegará sin el exjugador del Diocesano, el propio Cacereño y Moralo Javi González, sancionado.

Además, enfrente estarán tabién dos futbolistas amigos y paisanos: los porteros Bernabé (CPC) y Pedraza (Arroyo), que llegaron incluso a compartir vestuario en el Talavera.