La selección española de hockey sobre hierba puso ayer en evidencia a la de Alemania, actual campeona del mundo, en uno de los partidos más vibrantes del torneo.

Los chicos de Maurits Hendriks dieron un recital de juego y dominaron un encuentro, incluso en el marcador, hasta poco antes del final, cuando a seis minutos para la conclusión recibieron el gol del empate teutón.

En contra de lo ocurrido en la final la Copa de Naciones de hace un año, cuando Alemania se llevó el título en los strockes, no hubo igualdad. Los españoles salieron a jugar, tan motivados o más como el primer día con Corea y, ya desde el inicio, tras una preciosa acción entre Fábregas, Amat y Freixa, hicieron las delicias del público, activando la alarma alemana.