El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol acordó ayer clausurar por cuatro partidos el estadio de Castalia y otorgar un plazo de cinco días al Castellón y al Valencia para que se pongan de acuerdo sobre cuándo disputarán los ocho minutos que restan de su partido de los treintaidosavos de final de la Copa del Rey. El encuentro fue suspendido, en el minuto 82 y con 1-1 en el marcador, después de que el árbitro catalán Jesús Téllez Sánchez, fuese alcanzado por la batería de un teléfono móvil lanzado desde la grada, después de que señalase un penalti a favor del Valencia.

Competición ha calificado los incidentes como "muy graves", ha dispuesto que los ocho minutos que restan se jueguen en el mismo campo, a puerta cerrada, y que el encuentro se reanude con el lanzamiento de la pena máxima señalada en su momento. Los equipos acataron anoche la resolución del comité.