A sus 24 años, el delantero almendralejense Fernando Copete Vallina, ‘Nando Copete’, tiene las ideas claras. Ideas ambiciosas. El último bigoleador del Cacereño cree que su equipo «estará hasta el final peleando por ser campeones con el Badajoz», su exclub, que dejó la pasada temporada descontento por no haberle llamado cuando se estableció, «pese a que el entrenador. Agustín Izquierdo me quería, y así me lo ha dicho».

Pero, pese a los malos momentos, él está ahora feliz. «He caído de pie en Cáceres», no duda en proclamar en declaraciones a este diario, apenas 24 horas después de su doblete al Moralo (3-1). «Este vestuario es increíble, el mejor en el que he estado nunca». Y ha pasado, además de por Badajoz y Extremadura en la región, los juveniles del Rayo, Numancia B («iba a debutar en Segunda y esa semana me rompí la rodilla») y Getafe B.

El punta tiene un especial interés en alabar el comportamiento del público del CPC, sobre todo por las muestras de cariño recibidas tras la muerte de su padre. «Ha sido impresionante la cantidad de detalles que han tenido conmigo». Por eso, en el día de su regreso, precisamente ante el Badajoz, celebró con especial énfasis el que, según afirma, ha sido «el mejor gol de mi vida» tras enviar a la red una espectacular volea. Pero le dolió que parte de los aficionados pacenses le abroncara porque, entre otras cosas, aclara, si no siguió en el club pacense no fue precisamente por su culpa. «Hubo gente de esa misma grada que me dio el pésame por lo de mi padre, pero otros...».

Desarrolla ahora, pasada la triste noticia, momentos muy bonitos Copete. El domingo le dedicó sus dos goles a su futuro hijo, que llamará Luca, «como Modric, que es el jugador que más me gusta». Su novia, Sandra, está embarazada de cinco meses. Ambos viven en Arroyo de la Luz, junto a los también futbolistas verdes Santi Polo y Edu Moya. «Sé que mi padre se ha alegrado mucho de esto», viene a decir. En su cuenta de Twitter (@NandoCopete9) tiene fijada una foto y un recuerdo especial para su progenitor, también padre de un exjugador del Extremadura, entre otros, Peri, «que era mejor que yo», dice con una evidente humildad.

«Somos una auténtica piña, estamos todos a una», insiste sobre la unidad del vestuario verde Copete, quien vaticina una enconada lucha hasta el final con el Badajoz para hacerse con el título. «Nuestro objetivo es llegar a las ocho o últimas jornadas con posibilidades. Está claro que ellos, por presupuesto, tenían que ser los campeones, pero nosotros tenemos un buen equipo y un gran vestuario y vamos a intentar conseguir el título».

Alaba el trabajo del técnico, Adolfo Muñoz, que ya creyó en él en el Extremadura, y considera que va a ser complicado conseguir el objetivo. «Nosotros tenemos que ir a por el ascenso», proclama con rotundidad.

De momento, ha anotado en liga tres tantos, aunque también ha marcado en Copa Federación. Pese a que en su trayectoria le haya distinguido su condición de goleador, asegura que «a mí me gusta más darlos» y que buena prueba de ello fue el pasado año con alrededor de «18 o 20 asistencias» a Quique Carreño en el Badajoz. Por ello, en éste no se pone una cifra concreta y asegura que lo importante es conseguir el objetivo. ¿El futuro como futbolista? «Yo siempre digo que nunca hay que bajar los brazos». Y, por ello sueña, sobre todo, «con seguir disfrutando del fútbol todo el tiempo que pueda».