MERIDA PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: Douglas Nunes (22), Matías Nocedal (21), Francis Perujo (16), Guillermo Justo (11), Edward Morris (2) --cinco inicial-- Phillip Holm (4), Adolfo Sada (0), Fran Pérez (3), David Ortega (4), Juan Andrés García (5).

ESPLUGUES: Sergi Pérez (18), James Holmes (27), Mestres (11), Derek Stribling (18), David Ausina (6) --cinco inicial-- Alex Formento (14), Oriol Foz (2), Hernán Olaguibe (0), Coves (0).

ARBITROS: Francisco Martín y José Ramón Martínez.

MARCADOR POR CUARTOS: 32-26, 51-47, 73-74 y 88-96.

Increíble, pero cierto. La única --y complicada-- combinación que enviaba al Mérida Patrimonio de la Humanidad a la Liga EBA se cumplió. El equipo de Jesús Gutiérrez, que acabó el 2007 segundo en la clasificación, sufre un brutal castigo después de haber ganado solo tres partidos en la segunda vuelta. Ayer se escribió el último episodio con una derrota ante el Esplugues, que no se jugaba nada, lo que unido a las victorias del Habitacle Badajoz --no hubo solidaridad extremeña-- y el Alaior provoca que sea este último equipo el que se salve en el triple empate.

La noche empezó bien para los emeritenses, que se mostraron sumamente inspirados en el primer cuarto (32-26). La situación parecía controlada al descanso (51-47), aunque el gran mal del equipo en su bajón de los últimos meses, la defensa, no se había solucionado.

El Esplugues, muy suelto, supo aprovecharse de ello. Sus espectaculares porcentajes de tiro finales (56% en tiros de 2 y 61% en triples) lo atestiguan. Los catalanes ya dominaban al final del tercer cuarto (73-74) y sembraban el pánico ante un equipo cada vez más y más arrugado, en el que tenía que ser Matías Nocedal, de solo 17 años, el que se jugase los balones calientes. El último cuarto, dramático, amplió la ventaja visitante. El Mérida ni aprovechó las oportunidades que le dieron en los dos minutos finales los errores en los tiros libres del rival. Tristemente histórico y difícil de imaginar hace poco tiempo.