Más kilómetros, más dificultades, más seguridad y menos potencia: así se puede definir la edición 2008 del Dakar, la mítica prueba africana que este año cumple su 30º aniversario y que ayer se presentó en Barcelona. Los organizadores de la carrera, con Etienne Lavigne a la cabeza, apostarán en esta nueva edición por un recorrido más clásico, más largo pero menos peligroso, tratando de alcanzar los 6.000 kilómetros cronometrados.

Será la última vez que se salga de Portugal, ya que el contrato de Lisboa acaba en el 2008, y es posible que España vuelva a acoger la salida de la prueba en el 2009, según apuntaron ayer los responsables de RPM, la empresa que representa los intereses de la organización en España.

Aunque el trazado definitivo de la carrera no se conocerá hasta el 1 de septiembre, Lavigne confirmó que el rally arrancará el 5 de enero del 2008 en Lisboa, para disputar cuatro especiales en tierras portuguesas antes de dirigirse a Málaga, donde la caravana embarcará con destino a Marruecos. Allí se disputarán varias etapas, entrando posteriormente en Mauritania, pasando por Zuerat, y el 13 de enero se celebrará la jornada de descanso en Nuakchott. La caravana seguirá por tierras mauritanas hasta Kiffa y desde allí se entrará en Senegal, rumbo a Dakar, donde llegará el 19 de enero.

Ha llovido mucho desde que en 1977 Thierry Sabine se perdiera en el desierto de Libia cuando participaba en el rally Abidjan-Niza, y en el Dakar ha pasado casi de todo, incluso no ha acabado en la capital senegalesa en más de una ocasión.