Caras de decepción en la plantilla azulgrana que regresó al trabajo en la matinal de ayer en la Ciudad Deportiva. La derrota del viernes en Algeciras, y el posterior viaje para llegar de madrugada a Almendralejo, hizo mella en los componentes de un conjunto almendralejense en el que no se quieren poner paños calientes. Los propios jugadores son conscientes de que no estuvieron a la altura de las circunstancias en un partido en el que había tanto en juego y eran especialmente expresivas las palabras de uno de los veteranos cuando aseguraba que "fuimos inferiores ante once, ante diez y ante nueve. Está claro que no fue nuestra noche más afortunada. Todo lo contrario".

Al margen de la derrota en sí, y de lo que ello significa, hay otros argumentos que han venido a dotar de especial sensibilidad el asunto. Y es que al margen de los tres puntos y la imagen hay escenas, que pudieron verse por televisión, que han dejado huella. Entre ellas la del entrenador del Algeciras, José Luis Montes, arremetiendo a empujones contra el lateral azulgrana Samuel en una poco gratificante acción junto al banquillo local. O la de Flavio Frangella siendo toreado por uno de los recogepelotas del Nuevo Mirador, con una sudadera o algo similar en sus manos, cuando el meta quería poner el balón en juego con la mayor rapidez posible. En relación a este asunto los jugadores confirman que están "absolutamente indignados, pero es algo que pasa en el campo y que, además, si lo sacas ahoras, después de que te han ganado dándote un meneo, puede sonar a justificación y no lo es".

LOS ECOS DE SANTANA PONCE

Mientras, y como las malas noticias no vienen solas, el pasado viernes se conocía el importe de las multas que han sido impuestas al Extremadura por los incidentes sucecidos tras el partido ante el Jerez y cuando el colegiado Santana Ponce abandonaba el estadio almendralejense. En total más de 1.200 euros (unas 200.000 pesetas de las de antes), porque más de uno no estuvo a la altura.